Ya sea por un exceso de confianza del intérprete en cuestión, o porque a alguien del equipo técnico se le ha ido de las manos un efecto especial en concreto, la seguridad en el cine es un elemento tan falible como la taquilla. Recopilamos algunas de esas experiencias cercanas a la muerte que se han vivido durante rodajes exigentes.
MARGARET HAMILTON - EL MAGO DE OZ (1939)
El maquillaje en aquella época era algo más peliagudo, si no que se lo pregunten a la pobre Hamilton, que tenía que pintarse la cara de verde con un producto altamente inflamable. Esto no hubiese sido un problema si, en una de sus desapariciones entre un colorido humo, la trampilla por la que escapaba no se hubiese quedado atascada. Las chispas que hacían posible aquel efecto llegaron a su cara, entrando en contacto con aquel mejunje y mandándola inmediatamente al hospital para ser tratada de quemaduras de tercer grado.
GUNNAR HANSEN - LA MATANZA DE TEXAS (1974)
El recientemente desaparecido Hansen, era una leyenda para los amantes del terror por haber interpretado al Leatherface original. Según se cuenta, el presupuesto de la inmortal obra de Hooper era tan escaso, que no tenían como para fingir una motosierra con elementos más seguros. Hansen se pasó el rodaje corriendo con el cacharro encendido, provocando más de un susto que culminaron en un resbalón en el barro, caída del de espaldas del actor incluida, y motosierra volando por los aires hasta aterrizar a pocos centímetros de su cabeza.
BRUCE CAMPBELL - EVIL DEAD (1981)
Los fans del género conocen la complejidad de este rodaje, hecho por colegas usando el dinero que tenían en la cartera y aprovechando cualquier idea que se les pasase por la cabeza para fingir que aquello era una película. Para el plano en el que una entidad atraviesa el bosque y llega hasta el protagonista, la solución de Raimi y Campbell fue que el directo se subiese a una moto, grabase con una mano y condujese con la otra. Así lo hicieron, y el grito que vemos es una de las pocas cosas reales de la película, ya que fue la reacción del actor al ver que eso no había manera de frenarlo, que iba a ser arrollado por la moto y que la cámara estaba apunto de terminar incrustada en su cabeza. Se libró por los pelos, y dejó una buena toma que terminó en el corte final.
JACKIE CHAN - POLICE STORY (1985)
El hongkonés es un experto en esto de dejarse la piel, y media vida, en los rodajes de sus películas, especialmente en los 80 y 90. Como artista marcial, acróbata y doble de acción, era él que realizaba todas sus peripecias en pantalla y, si hay un accidente que suele encabezar los listados de sus desventuras, es el que sufrió en la escena final de esta película al bajar por una barra metálica envuelta en bombillas que van explotando. Se lesionó la séptima y octava vértebra, se dislocó la pelvis y se quemó las manos por culpa de las luces.
SYLVESTER STALLONE - ROCKY IV (1985)
Ivan Drago era un muro imbatible para Rocky y, por lo que parece, Stallone lo tendría igual de complicado si se enfrentase a Dolph Lundgren. En la escena en que el púgil protagonista es noqueado, Sly le pidió a su compañero que le golpease tan duro como pudiese, y así lo hizo. El director y protagonista mordió la lona, despertó en el hospital y permaneció ocho días en cuidados intensivos por una inflamación en el corazón.
ED HARRIS - ABYSS (1989)
Por lo que sabemos ahora, parece que la historia ha sido exagerada con los años. Siempre se ha dicho que, en una escena donde Harris debía bucear sin oxígeno durante varios metros, James Cameron decidió ocultar al actor que realmente no contaría con respiración de apoyo, logrando una reacción real de pánico. Según cuentan en muchos foros donde se habla del asunto, lo que ocurrió realmente es que el tipo que a mitad de camino iba a proporcionar aire a Harris, no estaba en el sitio adecuado y el intérprete entró en pánico durante unos segundos, los que tardó el especialista en darse cuenta y acudir en su ayuda.
MICHAEL J. FOX - REGRESO AL FUTURO III (1990)
Para conseguir un efecto más realista al colgar de la horca, a nuestro McFly se le ocurrió que lo mejor era quitar la caja que le servía de soporte. El resultado fue estupendo, de no ser porque no controló el tiempo que se necesitaba para rodar la escena y terminó perdiendo el conocimiento.
MERYL STREEP - THE RIVER WILD (1994)
El rodaje de esta película incluyó agotadoras sesiones de rafting por el río. Uno de los días en los que el equipo entero estaba agotado, el director pidió una nueva toma y la protagonista le advirtió que no podía más. En la primera envestida del agua,Streep cayó de la barca y, tras el susto inicial, Kevin Bacon consiguió agarrar el brazo de la actriz. Según cuentan, tras entrar en calor, se dirigió al realizador y le comentó: "La próxima vez que te diga que no puedo hacer algo, creo que deberías creerme".
HALLE BERRY - DIE ANOTHER DAY (2002)
Hay amores que matan, y pasiones que ahogan. Eso le pasó a la actriz durante la escena más tórrida de la película en la que, tras cortar un trozo de higo para compartirlo con el espía mujeriego, terminó atragantándose con la fruta y empezó a asfixiarse. La oscuridad no ayudó a que nadie entendiese qué estaba pasando, hasta que el propio Brosnan aplicó la maniobra de Heimlich y logró salir airoso del asunto como el agente que es.
DANIEL DAY-LEWIS - GANGS OF NEW YORK (2002)
Los peligros de ser un actor de método llevaron al oscarizado actor a sufrir una complicada neumonía. El problema llegó al vestir ropa de la época, negándose a llevar los protectores internos con los que el resto del reparto soportaban el frío. Una vez que enfermó, intentó superarlo sin utilizar medicamentos, como hubiese hecho su personaje, pero se rindió cuando en el hospital le dijeron que, si seguía en sus trece, era bastante probable que muriese en plató.
ELI ROTH Y OMAR DOOM - INGLOURIOUS BASTERDS (2009)
Durante el clímax final de la película, al equipo de efectos especiales de Tarantino se les fue la mano con las llamar. El calor logró que cediese una barra de acero que soportaba una descomunal esvástica, haciendo que los extras temiesen realmente que el fuego se extendiese y que Roth y Doom, que estaba en escena, no se sintiesen demasiado seguros con sus ametralladoras de juguete.
ISLA FISHER - NOW YOU SEE ME (2013)
En la película hay una escena donde la actriz está encadenada dentro de un tanque de agua del que debe escapar por arte de magia. Todos pensaron que estaba actuando de maravilla pero, según cuenta la actriz, la cadena se había atascado y se estaba ahogando de verdad. Consiguió llegar a un interruptor de emergencia que alertó al especialista encargado de sacar a la intérprete de inmediato.
JAIMIE ALEXANDER - THOR: THE DARK WORLD (2013)
Este accidente ocurrió de camino al plató, en una lluviosa noche en la que la actriz se dirigía al rodaje, disfraz incluido, y resbaló en unas empapadas escaleras metálicas. Un mes de baja tras sufrir una hernia de disco, astillarse once vértebras, dislocarse el hombro izquierdo y rasgarse el romboide.
EMILY BLUNT Y TOM CRUISE - EDGE OF TOMORROW (2014)
Todos sabemos que a Cruise le gusta hacer sus escenas de acción, algo que termina contagiándose al resto del reparto. Eso debió ocurrir en esta acertada película de Doug Liman cuando, filmando una huída a toda velocidad, los dos protagonistas eran los que estaban realmente dentro del coche. Según cuenta Blunt, que era la que conducía, antes de dar un giro a la derecha en determinado punto señalado, empezó a oír a Cruise: "Frena, frena, frena. ¡Frena del todo! ¡Frena, frena, frena!". Parece que no hizo caso y, al apurar demasiado, terminaron empotrados en un árbol.
JASON STATHAM - THE EXPENDABLES 3 (2014)
En inglés también es de los que disfruta apuntándose a sus escenas de riesgo, lo que le ha obligado a sufrir algún que otro accidente. Durante el rodaje de la tercera parte de las aventuras de los viejos tipos duros del cine de acción, los frenos del camión que conducía fallaron, obligando al actor a saltar en marcha para no hundirse en el mar con el vehículo defectuoso.
Fuente: Fotogramas