Todo el mundo sabe dónde está Manitowoc. Está en Wisconsin y es el lugar donde nació, vivió y creció Steven Avery, el hombre que pasó dieciocho años de su vida encarcelado acusado por un crimen que no cometió. Avery no violó a Penny Bernstein en 1985 y hasta que las pruebas de ADN no lo demostraron, el estadounidense no fue puesto en libertad. Pero Steve retomó su vida, demandó a la policía de Manitowoc por 36 millones de dólares, se hizo popular, tanto que bautizaron un proyecto de ley con su nombre. Todo se torció cuando dos años después de demostrar su inocencia, Steven Avery volvió a ser acusado de otro crimen aún peor, la violación y el asesinato de Teresa Halbach. Todo el mundo conoce su historia porque las estudiantes de cine Laura Ricciardi y Moira Demos la grabaron durante diez años y la convirtieron después en un thriller documental de diez capítulos apadrinado por Netflix y titulado Making a Murderer. Ha sido todo un fenómeno, ha traspasado la pequeña pantalla y hay movimientos sociales recogidos en foros y páginas web dedicadas a este caso. Hasta la Casa Blanca ha hablado. Todo el mundo se cuestiona el papel de la justicia, de los abogados y de los medios de comunicación. Nosotros ya nos hemos hecho la gran pregunta: ¿y si la justicia no es ciega?
Es lo que tiene la crónica negra, que engancha. Nos fascina el asesinato y no hay nada como un caso real para sumergirnos en el abismo de la maldad. Aunque en este caso la maldad puede estar de cualquier lado. En la vida real no hay villanos tan marcados ni victimas tan llenas de candidez. En la vida real no es tan fácil distinguir el mal o el bien.
Making a Murderer ha sido todo un fenómeno social (casi) sin precedentes. Hemos seleccionado unos cuantos documentales y series sobre encarcelados que no son culpables y culpables que no son encarcelados. Historias reales que superan cualquier ficción, sencillamente porque son gente como tú o como cualquiera. Y eso, asusta.
Paradise Lost: Asesinato en Robin Hood Hills
Tres niños fueron torturados y asesinados en un pequeño pueblo de Arkansas, un terrible crimen que la policía asoció con un ritual satánico y por el que detuvieron a tres adolescentes. Paradise Lost está compuesto por tres partes, Asesinato en Robin Hood Hills, Revelaciones y Purgatorio. Los dos primeros se nutren de los juicios en contra de los adolescentes, entrevistas a las familias de las víctimas y de los acusados, policías y abogados involucrados. El tercero es una especie de cierre, un broche final (algo torcido) para el caso y para el documental.
Las películas muestran confesiones logradas por coerción, penas muy severas, acusados que tienen un limitado coeficiente intelectual… Igual que Avery, la historia se repite, pero este documental de Joe Berlinger y Bruce Sinofsky, que también trajo cola, llegó más lejos de lo que de momento ha llegado Making a Murderer en su influencia en el caso real. El padrastro de una de las víctimas les dio a los directores mientras filmaban el documental una navaja con restos de sangre que entregaron a la policía. El ADN era similar al del padre, John Mark Byers, y al de su propio hijo. Sin embargo, no se pudo determinar con exactitud y no influyó el resultado del juicio y aun así, algo no cuadraba…
Atom Egoyan intentó hacer una película sobre el caso titulada Condenados protagonizada por Reese Witherspoon y Colin Firth, pero no consiguió asomarse ni a la crudeza, ni al rigor, ni a la tensión del documental.
Dear Zachary: A Letter to a Son About His Father
Andrew Bagby y Shirley Jane, una pareja normal que un día decide separarse. Con el paso del tiempo decidieron volver a verse y Jane recorrió miles de kilómetros para encontrarse con su ex en Keystone State Park. Andrew Bagby fue encontrado muerto al día siguiente. Las pruebas inculpaban a Jane, que tras el homicidio confesó que estaba embarazada de Bagby. A ese bebé lo llamó Zachary, y el pequeño Zachary es el motivo de que exista este documental.
Su director, Kurt Kuenne, quiso realizar una especie de película homenaje de su amigo para poder entregársela a ese niño que nunca conocería a su padre. Estaba pensada para ser un bonito homenaje audiovisual que solo vieran amigos y familiares. Sin embargo, a medida que entrevistaba a más gente, Kuenne comprobó que su película se transformaba en un documental sobre crímenes. Mientras Kuenne grababa, el caso tomaba los más oscuros derroteros hasta que finalmente ocurrió la tragedia (que no desvelaremos). Era imposible no hacer de esta película algo público, convertirla en un reclamo para debatir sobre el estado de la justicia americana.
Líbranos del mal
“¿Por qué me gustan tanto los niños? ¿Qué quiero hacer con ellos?” Estas terroríficas declaraciones las escupe Oliver O’Grady al comienzo del documental Libranos del mal. O’Grady es un depredador sexual, un pedófilo sin remordimientos que abusó de niños durante más de 20 años. La directora Amy Berg consiguió que el padre O’Grady interviniera en su película y más allá de la tragedia, de lo terrible y escalofriante de su testimonio, este documental expone hasta qué punto la Iglesia como institución está podrida y corrupta. O’Grady sodomizó y abusó de niños y niñas mientras sus superiores lo sabían, la iglesia fue cambiando a O’Grady de parroquia en parroquia y enmascaró sus delitos mientras desacreditaba a los acusadores.
Este documental estuvo nominado al Oscar en 2006.
El caso de la escalera
Kathleen Peterson murió en la madrugada del 9 de diciembre de 2001. Estaba en el jardín de su mansión con su esposo, un escritor y columnista llamado Michael. Ella subió un momento a su habitación y al no regresar Michael entró en casa. Fue entonces cuando la encontró tendida sobre un charco de sangre en las escaleras y llamó a la policía.
Demasiado aparatoso, demasiada sangre en la escalera. ¿Qué había pasado realmente? Las sospechas se centraron en Michael, acusado más tarde por el fiscal federal Jim Hardin. Jean-Xavier de Lestrade, dirige esta maravilloso documental que se centra, sobre todo, en la llegada al caso de David Rudolf, un conocido abogado al que Michael Peterson contrata para defenderle.
El New York Times dijo de este documental: “El caso de la escalera es más convincente si ha olvidado usted, o nunca conoció, los hechos que ocurrieron en Carolina del Norte o el resultado del juicio. Los detalles específicos son fascinantes. Pero como un estudio de la evolución de una defensa penal, El caso de la escalera es una obra maestra”.
Capturing the Friedman
Los Friedman son una típica familia americana de clase media-alta. Arnold es profesor, Elaine es ama de casa y sus tres hijos son David, Seth y Jesse. Una familia judía de Long Island cuya vida da un terrible giro un Día de Acción de Gracias cuando la policía irrumpe en su casa para llevarse detenidos a Arnold y a Jesse, de 18 años. Ambos son acusados de pederastia.
La familia proclama su inocencia pero los vecinos les odian. Un caso de lo más extraño que Andrew Jarecki narra de forma brillante, convirtiéndolo en un espectáculo aterrador a través de las diferentes versiones que los personajes tienen de lo ocurrido. Documental de carácter monstruoso rodado con un ligero toque de ironía que estuvo nominado al Oscar en 2003. Era la familia perfecta, la viva imagen del sueño americano ¿Qué ocurrió, entonces?
La huella del crimen
En esta serie producida por Pedro Costa Musté para Televisión española se recrean los casos más escalofriantes de nuestro país durante los dos últimos siglos. Cada capítulo recoge un crimen diferente y está dirigido por un director distinto. Hubo una primera temporada en 1985 en la que colaboraron Vicente Aranda, Juan Antonio Bardem o Ricardo Franco, entre otros.
Aranda, por ejemplo, dirigió El crimen del capitán Sánchez, un brutal asesinato que llevó a cabo un capitán del ejército y su hija María Luisa, de la que era amante y proxeneta. Mataron a su víctima para robarla, un viudo con una considerable fortuna llamado Rodrigo García Jalón, le descuartizaron y escondieron sus restos. Las pruebas eran apabullantes y aún así hubo gente que pidió el indulto por sus servicios prestados en la guerra de Cuba. Ellos siempre se consideraron inocentes.
La segunda temporada fue producida en 1990 y dirigían Imanol Uribe o Rafael Moleón. En la tercera, de 2009, sólo hubo tres capítulos que dirigió Pedro Costa junto a Fernando Cámara y Luis Oliveros.
Un culpable ideal
Volvemos con Jean-Xavier de Lestrade. Este documental que ganó el Oscar en 2001 trata sobre el caso de Brenton Butler, un adolescente de 15 años que fue acusado por asesinar a una turista de 65 con una bala en la cabeza delante de su esposo. El supuesto asesino, un joven afroamericano que vivía cerca de lo ocurrido fue arrestado y juzgado. La acusación se basó en la identificación del esposo y de la propia confesión de Butler. Sin embargo, y esto te va sonar si ya has visto visto Making a Murderer, la confesión del acusado fue realizada bajo coerción utilizando métodos muy parecidos a los que los investigadores de Manitowoc usaron con Brendan Dassey, el sobrino de Steve Avery que confesó el asesinato de Teresa Halbach.
Un culpable ideal es un documental que cuestiona los métodos de la policía mientras sigue a los abogados defensores de Butler cuando reconstruyen el caso para defender su inocencia.
Tales of The Grim Sleeper
Grim Sleeper es un asesino en serie de Los Ángeles responsable de al menos diez asesinatos y sospechoso de al menos 100. Este documental de Nick Broomfieldquiere denunciar ante todo la impasibilidad de la policía y la justicia. Nadie movió un dedo en más de 20 años para detener los violentos asesinatos de Sleeper. ¿El motivo? Las víctimas eran en su mayoría prostitutas y drogadictas. Broomfield consigue un documental hiperrealista y tremendo sobre el barrio y sobre las víctimas de la mano de Pam Brooks, una ex prostituya y adicta que le acompaña por la comunidad afectada. Una especie de descenso a los infiernos en el que Broomfield es Dante y Brooks es Virgilio. El documental recoge la vida en el barrio mientras se van agolpando los escalofriantes testimonios de víctimas que sufrieron el ataque del asesino en serie.
There’s Something Wrong with aunt Diane
En 2009 Diane Schuler condujo durante más de dos kilómetros en dirección contraria, lo que ocasionó un accidente en el que murieron ocho personas incluidas ella misma, su hija y tres sobrinas, todas menores de 10 años. El informe toxicológico indicó que Schuler tenía un nivel de alcohol en sangre equivalente a 9 chupitos y altos niveles de marihuana. ¿Qué es lo que no cuadra aquí? Que Diane era una mujer normal, cariñosa, una gran madre y muy perfeccionista. El marido se negó siempre a creer los resultados. Este documental producido por HBO trata de buscar respuestas, indaga en el informe toxicológico, recopila entrevistas de seres queridos y a pesar de que nunca se llegará a descubrir la verdad, es imposible no engancharse a esta película profundamente triste.
Alta, rubia y ardiente
Probablemente esta sea una de los crímenes más raros que hayan ocurrido. Este documental que podría definirse perfectamente con el típico enunciado de “más extraño que la ficción” analiza el peligroso mundo de vivir a través de internet, la adicción a las relaciones mediante chats y la compleja línea que separa la realidad de lo virtual. Una joven de 18 años que se describe como alta, rubia y ardiente mantiene un triángulo amoroso por internet con un hombre casado que se hace pasar por un marine de 18 años de edad y con otro joven de 22 años. Un día ella se siente engañada por el de 22 y convence a Thomas Montgomery, el hombre casado, para que lleve a cabo un asesinato en defensa de su honor.
El filme no solo analiza el peligro de llevar una doble vida, también bucea en los aspectos más oscuros y tristes del alma humana: la obsesión, la envida, el deseo, la frustración, la mentira… Pero aquí no acaba el asunto y no queremos arruinaros la experiencia de ver este fantástico documental, así que, nos vamos a controlar para no hacer spoiler… Solamente os diremos que el documental tiene un giro tan tremendo que creerás estar viendo una película de M. Night Shyamalan.
Murder in the Park
¿Qué pasa si se demuestra que un hombre condenado a pena de muerte es inocente y se condena a otro que resulta que tambíen es inocente para descubrir, de hecho, que el primero sí era el culpable? Parece un laberíntico thriller de David Fincher pero ocurrió de verdad y Christopher S. Rech y Brandon Kimber lo documentaron en Murder in the Park. El documental cuenta como Anthony Porter, condenado por el asesinato de dos adolescentes en 1982, es liberado en 1999 gracias a una investigación llevada a cabo por profesores y alumnos del proyecto de inocencia de Medill.
Otro hombre fue detenido en su lugar, Alstory Simon, que llegó a confesar el crimen en una cinta de vídeo. Después declaró que su confesión fue obtenida de manera fraudulenta…Y de hecho fue exonerado en 2014.
Este documental narra con habilidad esta compleja historia de crímenes y errores judiciales que 30 años después sigue dando que hablar. De hecho Rech y Kimber insinúan mediante el final de su película que efectivamente Porter fue el verdadero culpable del crimen.
El impostor
Este documental se convirtió en un auténtico fenómeno en 2012, cuando se estrenó en el Festival de Cine de Sundance. Lo compararon con el mejor Hitchcock e incluso con un falso documental dada la increíble historia real que se contaba. La película de Bart Layton hace un retrato estremecedor de Frédéric Bourdin, apodado como El Camaleón. Desde que era niño Bourdin ha asumido al menos quinientas identidades distintas, tres de ellas de adolescentes reales desaparecidos. El Impostor se centra en la suplantación que hizo Bourdin de un adolescente de Texas llamado Nicholas Barclay.
La historia es tremenda desde que la familia estadounidense acepta el cambio a pesar de que Bourdin era radicalmente diferente a su hijo desaparecido: distinto color de ojos, de pelo, de piel y un sospechoso acento francés…
Fuente: Cinemania