En la recta final por los Premios Oscar no es sorpresa saber que la película de Alejandro González Iñárritu “The Revenant” es la que lidera con 12 nominaciones. La película, basada mayoritariamente en el libro de Michael Punke “The Revenant: A Novel of Revenge” cuenta la historia de Hugh Glass, explorador y traficante que es atacado por un oso y después abandonado para morir en la intemperie. Hugh Glass es interpretado por Leonardo DiCaprio y su antagonista, John Fitzgerald, por Tom Hardy.
La película ha causado controversia por las extremas condiciones bajo las que se filmó, pero eso también la ha consagrado como una obra maestra a pesar de que son pocos países donde se ha estrenado. Una historia de venganza, de valentía y coraje; todo basado en una historia real que a continuación puedes conocer.
Hugh Glass es un personaje del folclor estadounidense que bien podría no haber existido, pero debido a distintas fuentes a lo largo de los años, sus acciones ya no son consideradas una simple historia llena de inspiración para hombres valientes, sino un histórico acontecimiento que retrata lo que uno de los hombres más determinados de la historia logró. Hugh Glass contó sus viajes y travesías a Georfe C. Yount, un hombre con el que compartió un viaje en 1825, después fue él quien contó la historia a un sacerdote de apellido Clark y así la historia se esparció hasta que Charles Lewis Camp editó esas memorias en el primer registro acerca del explorador.
Glass tuvo una vida tan interesante que esa puede ser la razón por la que se considera un personaje de ficción. Comenzó trabajando como marinero cuando su barco fue atacado por piratas; escogiendo entre la vida de pirata o la muerte, nuestro héroe decidió unírseles y así logró vivir durante un año. La vida del pirata, por más que se considere algo aventurero, era bastante peligrosa y para un creyente de Dios, horrible.
Se cuenta que Glass vivía en depresión por las atrocidades que era obligado a cometer. Finalmente logró escapar, pero fue capturado por una banda indígena llamada Skiri o Lobos Pawnee, quienes solían practicar sacrificios humanos. Ahí Glass vio morir a uno de sus más queridos amigos y tras ser condenado a la misma y dolorosa muerte (quemado en una hoguera), sacó un paquete de bermellón, que era algo muy preciado para la tribu. Obsequió el paquete al jefe de la tribu quien le perdonó la vida y lo adoptó como uno de los suyos, así High Glass pasó a ser parte de una tribu indígena durante varios años.
En 1822 el general William H. Ashley y el mayor Andrew Henry de la Rocky Mountain Fur Company organizaron una expedición; el mensaje para reclutar fue el siguiente:
“Cien hombres emprendedores… para ascender el río Missouri hasta su origen, donde serán empleados durante uno, dos o tres años”.
Glass se unió a la expedición y gracias a sus habilidades en la naturaleza se convirtió en un miembro imprescindible, lamentablemente eso fue lo que lo llevó al momento en que la película protagonizada por Leonardo DiCaprio comienza.
Durante la expedición, el aventurero iba a la cabeza, explorando el terreno, pues se encontraban en territorio hostil. Los Arikara era una tribu dedicada al comercio de pieles, por lo que estar en sus tierras representaba peleas y muertes bastante sangrientas. Después de distintas disputas, el equipo de Glass avanzaba entre los bosques, él se adelantó y de un momento a otro tenía a una enorme osa grizzli encima de él. La osa, defendiendo a sus dos cachorros atacó ferozmente a Glass (esta escena promete ser en “The Revenant” lo mejor que verás en el cine en mucho tiempo). Pronto su equipo llegó y lograron dar muerte a la osa, pero parecía que el explorador tampoco viviría mucho más.
Entre discusiones decidiendo si lo dejaban o lo ayudaban, decidieron cargarlo en una camilla por unos días, pero el terreno era tan hostil que retrasaba a sus compañeros. Andrew Henry ofreció una bonificación a quien se quedara con Glass esperando a que muriera y así darle la despedida que merecía y seguir con su camino. John Fitzerald fue el hombre que decidió quedarse, junto a otros dos. Los registros históricos son difusos en esta parte, pero se cree que uno de los dos hombres era alguien llamado James Bridger. Finalmente el grupo se separó y lo que debía ser poco tiempo se convirtió en cinco días. Hugh Glass se negaba a morir y eso ponía en aprieto a sus compañeros. Fitzgerald no lo soportó y decidió abandonar el cuerpo a merced de la naturaleza, tomando todas las posiciones de Glass, pues un hombre muerto no las necesita.
La determinación por vivir llevaron a que Hugh Glass se convirtiera en “El Renacido”, poco a poco ganó fuerzas y se alimentó de insectos, serpientes y animales pequeños; incluso se cuenta que vio a una manada de lobos comiéndose a un búfalo, esperó a que se alejaran para después alimentarse del cadáver. Logró recuperar fuerzas para hacer un increíble viaje de 400 kilómetros hasta la tribu de los Lakota, quienes le proporcionaron una lancha para llegar a Fort Kiowa.
Entre búsquedas y viajes, los registros vuelven a ser difusos, pero se cree que Glass viajó durante 38 días a pie para llegar a Fort Henry, lugar en el que se cree que estaban Fitzgerald y Bridger, los hombres por los que Glass recuperó sus fuerzas; los hombres de los que buscaba venganza. Bridger se encontraba ahí y fue él quien le explicó que todo fue idea y ejecución de Fitzgerald. Él sólo había obedecido órdenes. Fue por eso que el odio de Glass pasó de una pareja a la figura de Fitzgerald exclusivamente.
La película toma un camino distinto al del folclor estadounidense. A pesar de que esta es la historia más aceptada, Iñárritu seguramente tomará un giro mucho más dramático, pues el final de la historia no es bastante trágico. Glass continúo su búsqueda y finalmente se enteró que Fitzgerald era parte del ejército. Al enfrentarlo, el ejército lo premió por su trabajo y sed de venganza, pero no dejaron que intentara matar a su enemigo, pues éste le pertenecía al ejército estadounidense, por lo que Hugh Glass tomó el dinero, se alejó de su pasado mortal y se convirtió en socio de una empresa en Nuevo México.
Hoy puedes visitar, a orillas de un lago en Dakota del Sur, una pequeña pero no por eso menos honorable placa en memoria de una de las personas cuya determinación lo levantó de entre los muertos. Tal vez hoy la venganza no sea algo que se premie o de orgullo, pero durante mucho tiempo, buscar la justicia en propias manos no era visto negativamente, y Hugh Glass lo entendía. Aventurero, pirata, traficante, rastreador, renacido… Pronto podremos disfrutar de la versión de su vida que Leonadro DiCaprio y Alejandro González Iñárritu crearon y que promete ser una de las mejores películas de los últimos años.