Christopher Nolan es uno de los grandes directores del cine actual; entre sus producciones se encuentra “Interstellar”, película de ciencia ficción que encantó a muchos, desafió a otros y cansó a varios. Mucho se ha discutido sobre el guion y la línea temática de ésta, argumentando que es imposible seguir la trama dadas las constantes y complejas referencias a la ciencia moderna (o su improbabilidad de suceso), y el punto opuesto, argumentando que no se trata específicamente de una película ficticia sobre física cuántica sino de problemas filosóficos.
“Interstellar” toma otro tipo de relevancia desde este punto. La física cuántica/contemporánea en relación con principios de la filosofía, nos dice que existen todas las realidades (simultáneamente) en forma potencial, que lo subatómico se comporta de manera incomprensible e incluso aparentemente arbitraria: diferente de las leyes físicas que conocemos, y entonces la vida aparece aún más profunda y misteriosa de lo que creemos.
La física contemporánea al ser adoptada desde estos preceptos puede darnos la oportunidad de renovarnos y tomar la vida con otras manos. Puede hablarnos incluso ya de amor y otros sentimientos como motores de lo tangible.
La física cuántica no nos explica los misterios que guarda el universo, pero nos impulsa a responsabilizarnos de nosotros mismos; hasta ahora, vivimos condicionados por la idea de no tener ningún control sobre la realidad, pero por otro lado la ciencia nos dice que lo que ocurra en nuestro interior creará lo que ocurra en el mundo. Lo real está condicionado por y para nosotros.
Creemos que existe una realidad sólida, lo que podemos ver; sin embargo, la mayor parte de la materia a nivel subatómico es inmaterial y la materia no es algo que permanezca estático y predecible como se pensaba, es algo “insustancial’”, porque en el mundo subatómico existe una gran energía caótica en un pequeño espacio-tiempo.
Es así como se entiende ahora que una partícula que consideramos sólida existe en una onda de múltiples y posibles ubicaciones al mismo tiempo, y en cuanto la observamos se ubica en una de esas posibilidades. De manera que el mundo está compuesto de franjas de realidad potencial hasta que elegimos qué es lo que efectivamente estamos viendo.
La manera en que se aborda el tema del amor en la cinta la posiciona como esa fuerza extremadamente poderosa para la que, hasta nuestros días, la ciencia exacta no ha encontrado una explicación, una fuerza que engloba y puede regir a todas las demás y que, incluso, está detrás de cualquier fenómeno operante en el universo. El Amor es tomado como luz, como gravedad y como potencia.
Puede resultar bastante complicado y no alcanzaríamos a detallar muchos aspectos de la ciencia y la película en estas líneas, pero tomaremos como punto de partida lo escrito anteriormente para entresacar las mejores frases de “Interstellar” con base en los nuevos discursos científicos/filosóficos de donde el filme se inspiró para esa idea de un sentimiento que atraviesa distintos planos de realidad.
“El amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio”.
“Antes mirábamos hacia arriba soñando con qué lugar ocuparíamos entre las estrellas. Ahora miramos hacia abajo, angustiándonos con qué lugar ocuparemos entre el polvo”.
“Ser totalmente sincero no siempre es lo más diplomático, ni lo más seguro a la hora de comunicarse con seres emocionales”.
“Tenemos que ir más allá de nuestra propia existencia. No podemos pensar como individuos, sino como especie”.
“La humanidad nació en la Tierra. Nunca se supuso que moriría aquí”.
“Este mundo es un tesoro, Don; pero ha estado diciéndonos que lo abandonemos por un tiempo”.
“Una vez que eres padre, eres el fantasma del futuro de tus hijos”.
“No tengo miedo a la muerte. Yo soy un viejo físico, le temo al tiempo”.
“El amor no es algo que hayamos inventado, es observable, poderoso… Tiene que significar algo”.
“Siempre nos hemos definido por la capacidad de superar lo imposible. Y contamos estos momentos. Estos momentos cuando nos atrevemos a apuntar más alto, para romper las barreras, para alcanzar las estrellas, para hacer lo desconocido, conocido”.
“Para ascender hay que dejar algo atrás”.
“No entres dócil en esa buena noche”. (Retomada del poema homónimo de Dylan Thomas)
Fuente: Cultura Colectiva