– ¿Quién eres?
– Nadie
Sólo una chica cualquiera de Jakku. Igual que lo eran Luke y Anakin en Tatooinne. Otro nuevo talento en lo más remoto de la galaxia que estaba por descubrir.
Sí, así arrancan los dos minutos más rápidos de tu último mes (¿o tal vez de la década?), con cuarenta y nueve palabras (en castellano) que encierran toda la esencia filosófica de los cuentos de la fuerza. Y no es tiempo de andarse con tonterías. Para este tercer tráiler oficial hay que revestir cada pixel de imagen con un chorro de épica que evoque sin confusiones al espíritu la saga original. O bueno, al menos lo que recordábamos de ella. Es posible que en verdad no quieras ver cómo fue el primer tráiler de ‘Star Wars: Episodio VI – El retorno del jedi’. Pero volviendo con el ahora: no, no esperes réplicas sarcásticas por parte de neo Solo, conocido como Poe Dameron (Oscar Isaac). Tampoco a criaturas simpáticas haciendo monerías y ruiditos lucasianos. Esto significa que nada de BB8, o no al menos demasiado. Bueno, sí que hay algo de lucecitas de J.J. Pero no te desvíes porque lo que ‘Star Wars: El despertar de la fuerza’ va a hacer es contarte la eterna lucha que se sostiene entre el bien y del mal. De nuevo.
Otra cosa muy distinta es que el equipo humano detrás del proyecto sepa perfectamente que los millones de personas que ayer a las 22 horas (de la costa este) empezaron a ver en bucle esos dos minutos necesitan saciar sus ansias controladoras. Y por eso vemos a Kylo Ren (Adam Driver) y sus secuaces en lo que ya muchos han descubierto que es una totalitaria base en Starkiller, por muy poético que eso pueda sonar, dentro de un planeta helado reconvertido en arma súperdestructora. Atisbaron un pequeño MSE-6 en la que podría ser la Estrella de la Muerte 3.0. Quisieron ver la estela de Boba Fett cuando los de la resistencia entran a un extraño edificio llevado por lo que deben ser ocupas berlineses. E incluso detectaron en la banda sonora trazas del Han and Leia’s Theme (‘El imperio contraataca’) así como una recreación de los créditos finales del episodio IV, dos referencias que funcionan como un golpe tan bajo que podría considerarse trampa. Pero de lo que más se percataron es de la ausencia del menor de los Skywalker. Se sospechaba y se confirma que el que fue la gran esperanza descubierta en nuestro 1977 ha dejado de ser una ficha fuerte en el tablero. Pero espérate.
Porque va a haber sacrificios
Y por eso Rey (Daisy Ridley) llora deshecha postrada ante una masa no identificada. Lo mismo cuando vemos a Chewbacca y a Solo rendirse con los brazos en alto. Para cuando Han y Leia sufren abrazados como si algo terrible fuera a pasar (o, de hecho, ya hubiese sucedido) los mayores miedos se nos despiertan. Y tal vez no queramos conocer el contraplano que esconden esas imágenes. Ya sabemos qué le deparó a Obi Wan en ‘Star Wars: Episodio IV – Una nueva esperanza’, y ahora que parece que Han Solo le ha entregado el testigo a estos nuevos chicos, puede que el destino de los personajes de la trilogía original haya perdido importancia. ¿El testigo? Te dirás. Sí, claro, la gran bomba de este tráiler es esa: “Todas [las historias] son ciertas”. Rey y Finn (John Boyega) desconocen de qué va todo esto.
Porque las leyendas son ciertas
No puede ser fácil haberte criado en Tatooine (que está muy muy lejos de la civilización) ni hacer crecido rodeado de propaganda del Primer Orden (que con toda seguridad ha tergiversado la versión inicial de los hechos), y conocer la épica batalla que se libró en Endor. Eso les pasó respectivamente a Rey y Finn, quienes pueden estar escuchando por primera vez todas esas leyendas de los Jedis de la boca de Solo, que ahora sí cree en la magia. 30 años sirven para cambiar el mapa histórico por completo, para confirmar que finalmente Luke no reconstruyó la academia Jedi para entrenar a toda esa nueva generación de Soldados de la Paz o que si lo hizo, algo salió terriblemente mal. Independientemente de que Luke se haya pasado al otro lado o no, queda claro que el “y comieron perdices” es sólo una mentira con la que se cierran los fascículos de la gran colección que es el transcurrir de los tiempos.
Demonios, si lo pensamos, los años han sido sincrónicos con los de nuestro plano de la existencia, y muchos serán los espectadores que no vivieron los eventos de Endor que los privilegiados de 1983 conocieron de primera mano. La otra lección de ‘El despertar de la fuerza‘ nace de esto: que nosotros, como sus protagonistas, estamos vinculados irremediablemente a ello. Y lo sabíamos.
Porque desde el principio de la construcción del proyecto del episodio VII sabíamos que se rifaban papeletas para que alguno de los tres nuevos personajes principales tuviera sangre “clásica”, con o sin midiclorianos heredados de sus progenitores (guiño guiño). Lo sabíamos desde que Finn y Rey mantienen por mandato ulterior de Abrams sus apellidos ocultos, pero lo detectábamos más aún hace dos días cuando en el póster oficial quedaban Ken y Rey alineados, como dos fuerzas contrapuestas que nacen de la misma tensión identitaria. ¿Acabaré lo que tú empezaste? Ay, Kylo Ren, por qué dices eso.
Pero todo esto es lo de menos
Lo es porque, como nos ha remarcado desde el rostro sollozante de Rey hasta el score que se marca John Williams, por lo que tenemos que apostar es por dejarnos maravillar el próximo 18 de diciembre. El misterio que emana de este torrente de poderosísimas e inconcluyentes imágenes es el del oyente que deja que el cuentacuentos le seduzca con su frase de gancho antes de escuchar el relato que le va a contar alrededor de la fogata. A esta aventura deberemos acercarnos con la mente despejada, con el brillo en la mirada de quien se deja sorprender por una historia que, aunque reverberada mil veces en el tiempo como esa lucha que siempre ha sido y siempre será, vuelve a nuestro presente, tan potente como lo vivieron las generaciones pasadas. Porque se ha encontrado un relevo, gente que, como le ocurrirá a Finn, por fin encuentran algo por lo que merece la pena luchar, y a él, como a nosotros, nos ha llegado el momento. Nada de Luke, ni falta que hace.
Que en ‘Star Wars: El despertar de la fuerza’ se explique por qué a esos ancestrales relatos de Jedis y Siths se les haya asignado estatus de mito, eso ya, es otra película.
Fuente: Fotogramas