El año pasado, “The Maze Runner” fue una muy agradable sorpresa. Una posible moderna adaptación de “Lord of The Flies” con toques post apocalípticos.
En aquella ocasión vimos como Thomas (Dylan O’Brien) llegaba semi amnésico a un bosque en donde un grupo de jóvenes tiene que sobrevivir alrededor de un laberinto. Estos, con la llegada de 
Thomas, logran escapar de aquel lugar y llegar a una pequeña civilización donde los esperaban.
En esta segunda parte, llamada “Maze Runner: The Scorch Trials”, vemos las consecuencias de las decisiones del grupo de Glazers (así se llamaba su grupo). El propósito de estos era escapar de dicho lugar en busca de unos supuestos rebeldes que habitan en las montañas.
La película presenta un inicio interesante, pero conocido. Este lugar desconocido, en donde los recién llegados están curiosos con su alrededor, y claro está, de la forma más fácil, se enteran de lo que realmente ocurre, y de la forma más fácil escapan. Es decir, todo en la película pasa fortuitamente. A pesar de una interesante introducción, la misma trama va diluyendo en lo conocido.
Y no es para obviar muy buenas secuencias de acción, los muchachos se pasan la película entera corriéndoles a unos zombies (sacados al parecer del juego “The Last of Us”) que dan un espanto terrible. Estos zombies pertenecen a la nueva generación de muertos vivientes, son rápidos y más inteligentes, ni parecieren muertos.
A pesar de que la tendencia de Hollywood son los súper héroes y las adaptaciones de novelas adolescentes, “The Maze Runner” no escapa al mismo concepto que “Hunger Games”, es mundo post apocalíptico, donde se avecina una revolución, liderada por un desconocido que vive en un triángulo amoroso y que en algún momento, resultará traicionado. La temática del triángulo amoroso o de la revolución post apocalíptica en contra de un ser de poder, es la constante en este tipo de nuevas y exitosas historias. No tocaremos el tema de originalidad en el cine, no hoy.
“The Maze Runner: Scorch Trials” fue hecha netamente para un público menos exigente. Al contrario de su predecesora, las secuencias de clichés puede ser salvada por muy buenas e innecesarias secuencias de acción. Y es que estos muchachos se buscan los problemas de gratis, pero lo resuelven como mejor saben hacerlo, corriendo como alma que lleva el Diablo.
