Según hemos aprendido viendo Ant Man, en el Universo Marvel hay dos servicios de inteligencia infalibles: primero están los de SHIELD (aunque hoy en día anden algo tocados con todo aquello de HYDRA y el Soldado de Invierno) y después están los de Baskin Robbins, esa cadena de heladerías capaz de encontrar la más mínima mancha en tu pasado para ponerte de patitas en la calle. Aunque la odisea de este ladrón convertido en superhéroe miniaturizado sea el filme de Marvel más breve hasta la fecha, sigue estando lleno de secretos y easter eggs en la mejor tradición de la casa. Gracias a unas aliadas inestimables, a las que sobornamos con unos terrones de azúcar y la promesa de no poner más trampas cazabichos en la cocina de nuestra redacción, nosotros los hemos localizado, y te los presentamos en este práctico dossier que puedes leer aquí. HAY MUCHOS SPOILERS.
Las sospechas razonables del doctor Pym
Agresivo, desconfiado, manipulador… salvo sus tendencias al maltrato doméstico, el Hank Pym interpretado por Michael Douglas tiene todas las ‘virtudes’ de su homólogo de los tebeos. A veces, eso sí, sus inquinas tienen una base lógica: en el prólogo del filme le vemos enfrentarse a grito pelado contra la junta directiva de SHIELD, en la que figuran papá Howard Stark (John Slattery), nuestra querida Peggy Carter (Hayley Atwell) y también un tal Mitchell Carson (Martin Donovan) de quien tiene buenas razones para no fiarse. Según aprendemos más tarde, Carson es un agente infiltrado de Hydra que ha decidido mantener un perfil bajo tras los acontecimientos de Capitán América: El Soldado de Invierno, y que pretende comprarle el traje de Chaqueta Amarilla al villano Darren Cross (Corey Stoll). La reunión de marras, por otra parte, tiene lugar en una versión primitiva de la sede de SHIELD, más modesta que la que vimos en la segunda aventura del ‘Capi’.
El último mono de Marvel
El nombre de Al Milgrom no ha pasado con letras de oro a la historia de Marvel, precisamente: se trataba de un dibujante y guionista, muy activo durante los 70 y los 80, que solía encargarse de los trabajos rechazados o abandonados por otros artistas de más prestigio. Así las cosas, resulta casi natural que el nombre de este currante sirva para bautizar al hotelucho de mala muerte en el que se refugian un Scott Lang recién salido del talego, su compadre Luis (Michael Pena) y el resto de sus desastrosos amigotes.
¡Historias pasmosas!
A los Marvel zombies más enciclopédicos, oír a Darren Cross describiendo así las hazañas de Hank Pym les debe haber puesto un nudo (pequeñito) en la garganta. Porque el malo de la historia utiliza en inglés la expresión Tales to Astonish, y así precisamente se llamaba la revista en la que el Ant Man original debutó en 1962. Se trataba de una colección en la que la Casa de las Ideas publicaba historias breves de ciencia-ficción, y en la que también dio sus primeros pasos un titán como Hulk.
Malas compañías
Cuando uno está a la sombra, forzosamente tiene que codearse con gente de mala vida. Pero lo de Scott Lang en la cárcel de San Quintín bate todos los récords: según observó el reportero de Slashfilm Germain Lussier durante una visita al rodaje de la película, uno de los presidiarios que rodean a Paul Rudd llevaba un tatuaje de los Diez Anillos, la organización criminal dirigida (o así) por el Mandarín en Iron Man 3. El símbolo de marras no llega a verse en la versión estrenada de Ant Man, pero entre ese detalle y el cortometraje All Hail the King (que se proyectó como prólogo a Thor: El mundo oscuro), los hay que pronostican ya un regreso del personaje al Universo Cinematográfico Marvel. En su versión auténtica, eso sí, y no en la de Ben Kingsley.
¡La Avispa!
Dado el déficit de heroínas que padecen las películas Marvel, nosotros nos alegramos mucho cuando a Hank Pym le dio por contar batallitas: los responsables de la Casa de las Ideas se han acordado de Janet van Dyne aunque sea para meterla en un flashback. Hablamos de un personaje que nació prácticamente a la vez que Ant Man en los tebeos, que fue su compañera inseparable hasta cierto incidente en forma de bofetada y que, efectivamente, se ha pasado un par de temporadas presa en las profundidades del Reino Cuántico (aunque, en las viñetas, siempre ha salido de allí). Además, la primera escena postcréditos nos hace ver que Hope van Dyne seguirá los pasos de su mamá en la Fase Tres de la compañía: si no acaba cambiando ese uniforme tan feo por otro más estiloso y á la page, nos enfadaremos mucho. Además, el director Peyton Reed ha aventurado que en el clímax de la película, cuando Scott Lang se aventura en el Microverso, “hay algo que él no ve, y que el espectador seguramente no verá, pero que tendrá mucha importancia en el futuro”. Y no faltan quienes aseguren haber divisado en dicha escena una figura diminuta con alitas de insecto…
Recuerdos en miniatura
Si la casa de Hank Pym está hecha un desastre no es sólo por el carácter peculiar de su propietario. Fijándote bien puedes ver algunos muebles diminutos (una silla, especialmente) que están allí por una razón concreta: son guiños a El hombre en el hormiguero, la primera aventura de un Ant Man que ni siquiera llevaba uniforme por entonces, y en la que Pym reducía el tamaño de varios muebles para probar su invención. Además, y para colmo, la silla en la que se sienta Darren Cross durante su primera aparición también es un easter egg dedicado a ese cómic.
El incidente de Sokovia
Uno no puede desplomar una ciudad entera en Europa del Este sin que el tema se haga notar: por eso podemos ver un periódico con el titular “¿Quién es el culpable de Sokovia?”, y por eso Hank Pym comenta sarcásticamente que los Vengadores no se harán cargo de la amenaza de Chaqueta Amarilla porque “están demasiado ocupados haciendo caer ciudades desde el cielo”. Se trata de guiños muy obvios al final de Vengadores: La era de Ultrón y a aquel momento en el que el androide genocida decidía acabar con la Tierra convirtiendo la urbe en meteorito.
“¿Puedo cambiarme el nombre?”
Cuando sabes que existen tipos con alias como Iron Man, Hulk u Ojo de Halcón, eso de llamarte a ti mismo “Hombre Hormiga” resulta poco glamouroso. Así pues, entendemos que Scott Lang quiera adoptar otro alias tras hacerse con el traje de Hank Pym. Pero esta línea de diálogo tiene otra lectura: a lo largo de su larga trayectoria en los cómics, el Ant Man original ha cambiado varias veces de seudónimo, usando nombres tales que Hombre Gigante y Goliat (cuando aprovecha las partículas para hacerse grandote), Chaqueta Amarilla (increíble pero cierto) y, tras ciertos desagradables acontecimientos durante la Invasión Secreta, Avispa.
El bicho y el pajarraco
El cameo de Halcón (Anthony Mackie) cumple varias funciones en la película: mostrarnos el antiguo edificio de Industrias Stark convertido ya en la nueva sede de los Vengadores, ofrecer un poco de alivio cómico y hacer sonar el tema de los ‘Vengatas’ en la banda sonora. Ahora bien, según el mandamás Kevin Feige la escena también contiene algo “que sólo se entenderá del todo tras el estreno de Captain America: Civil War“. ¿A qué se referirá?
Qué pequeño es el mundo…
Dentro de Ant Man caben más cosas que unas cuantas referencias a Marvel: el emporio Disney también se lleva un guiño muy bien calculado dentro de la película. Durante el atraco a los laboratorios Pym, el bueno de Luis trata de hacer más creíble su papel como guardia de seguridad silbando distraídamente. Y lo que silba es el tema oficial de It’s A Small World, una atracción de Disneylandia cuyo uso de animatronics algo acartonados se ha ganado más de una parodia memorable (en Los Simpson, sin ir más lejos). Se trata del segundo crossover musical entre ambos estudios, después de ese “sin hilos me puedo mover” de Pinocho que tanto nos acongojó en La era de Ultrón.
Respeto a los mayores
¿Te has fijado en ese taxista sobre cuyo vehículo aterriza Scott Lang la primera vez que se convierte en Ant Man? Pues se trata del primer actor que interpretó a Ant Man, nada menos: hablamos de Garret Morris, comediante que vistió el casco en 1979 para un sketch de Saturday Night Live parodiando el mundo de los superhéroes. En el sketch de marras, por cierto, aparecían también Superman (Bill Murray), Flash (Dan Aykroyd) y un Hulk con el apropiado rostro de John Belushi. Un reparto muy poderoso, sin duda.
Tengo yo un amigo que…
Llegamos por fin al guiño de Ant Man que más está dando que hablar: aquel en el que Luis dice que tiene un amigo que conoce a una chica que a su vez conoce a un tipo “que sabe saltar, sabe columpiarse y sabe deslizarse por las paredes”. Más allá de la fuente (que muy fiable no parece, la verdad) estamos ante la primera referencia del estudio al Spider-Man de Tom Holland que tal vez veremos en Civil War. Kevin Feige afirma que la cosa salió por casualidad, mientras que Peyton Reed asegura que se trata de un guiño deliberado, añadido a última hora para picar la curiosidad de los espectadores. En todo caso, la conexión arácnida está ahí.
¡Abuelo, usted por aquí!
La colección de rumores de Luis no sólo sirve para adelantar la aparición de Spider-Man. También funciona como excusa para que el inevitable Stan Lee se marque su cameo número 12 en una película Marvel: en esta ocasión, el fundador del Universo Marvel interpreta a un barman que comenta efusivamente las formas de una señorita. Parece mentira, Stan, nonagenario ya, y usted erre que erre.
“Hace una semana, lo hubiera hecho”
Algunos la alaban por ponernos en ascuas, y otros la critican por no venir demasiado a cuento. El caso es que la segunda escena postcréditos de Ant Man es un pedazo de Captain America: Civil War tomado por las bravas y encajado al final de la película. ¿Qué cosas podemos aprender de él? Pues varias: la reaparición de Sebastian Stan como un Soldado de Invierno muy maltrecho, y ese comentario del ‘Capi’ que nos hace temer que el Acta de Registro de Superhéroes ya esté en proceso de aprobación, y que Tony Stark encabece ya el bando de los aventureros dispuestos a trabajar para el gobierno.
Fuente: Cinemania
