Una de las cosas más interesante de hacer cine con bajo presupuesto, es la libertad creativa que muchos directores pudieran tener. Es decir, esa creación de personajes frescos en situaciones increíbles es poco apreciable en la industria moderna del cine norteamericano.
En “Dope” vemos como el director Rick Famuyiwa (‘’Our Family Wedding’’) juega con épocas. Los personajes están ambientados en un presente no específico. Sabemos esto por las referencias de vehículos y tecnología que podemos apreciar, pero dichos personajes parecieren estancados en la década del noventa, ya que visten, actúan y tienen gustos enfocados en esa famosa década. En una secuencia inicial, estábamos creyendo que la ambientación de la película era en aquella década, pero con guiños interesantes, poco a poco vamos aterrizando a nuestro presente, pero sin dejar de ser curioso el retrato nostálgico noventero.
Malcom (Shameik Moore), Diggy (Kiersey Clemons) y Jib (Tony Revolori) son tres amigos adictos a la música, películas, moda y todo lo relacionado a la década de los noventas. A su vez, son Nerds, y conocen y aman todo lo relacionado a programación, ciencias, escritura y además, tienen una banda de música. Pasan la mayor parte de su tiempo estudiando o escapando de las maldades que le hacen los “Bullies” de su barrio y escuela. Un buen día, Malcom se enamora de la hermosa Nakia (Zoe Kravitz). Al quedar prendado de ella, la acompaña a la fiesta de cumpleaños del narcotraficante del barrio, dicha fiesta cambiara el rumbo de nuestros amigos nerds.
Aparte de las virtudes mencionadas de esta fresca comedia, quiero agregarle los muy bien logrados diálogos y la fabulosa edición de Lee Haugen (‘’Two Lovers’’), sin dejar de mencionar la musicalización, que apoya a la muy buena ambientación y a los cambios de épocas y tiempo.
Lo que realmente aun cuestiono, es si el mismo director traiciona su personaje luego del segundo acto. Nuestro inocente personaje de buenas a primeras se convierte en un experto delincuente, yendo en contra de la supuesta moral. Pero al poner dichos personajes en situaciones algo forzosas y desviar todo el propósito y la fabulosa idea inicial, me parece un elemento rebuscado y fácil. La constante presentación de personajes clichés e innecesarios van en contra de la originalidad y frescura que son y que presentan antes del conflicto.
Creo que “Dope” es una adecuada comedia moralista, que obviamente toma parte y que se puede apreciar más como un medio-homenaje al mismo tipo de comedias afroamericanas (pero con más calidad) de finales de los ochentas y que siguió por gran parte de la década noventa.