Recuerdo que, hace unos meses, mientras escribía la crítica de “Into the Storm: receta para una tontería”, me refería 
a que las películas que contaban historias de desastres, ya pasaron de contar historias interesantes, a pasar a contar historias simples y tontas y utilizar lo último en efectos especiales como excusa perfecta, dejando a dichos desastres como el talón de fondo del Plot. “San Andreas” sigue el ritmo del último comentario, solo que más tonta y con actores más famosos.
Dwayne Johnson es un militar retirado que dedica sus esfuerzos y talentos a rescatar personas. Eso nos lo deja claro el director Brad Peyton en los primeros 10 minutos, todo queda más claro que el agua. Ray, al parecer está en un proceso de divorcio con su esposa Emma (Carla Gugino), la cual ya tiene nuevo pretendiente. Ambos tienen una hermosa hija llamada Blake (Alexandra Daddario) que debe ir a San Francisco, y es llevada por el nuevo novio de su madre, el millonario Daniel Riddick. Todos los planes se estropean por una serie de terremotos que afectan a todo el estado de California.
El problema de la película viene de la concepción, personajes y la utilización de los clichés situacionales. Ray es un experto en rescates, que en vez de ir a hacer su trabajo, y rescatar o ayudar a rescatar cientos de vidas, se dedica a viajar por todo el estado, previamente habiendo salvado a su esposa de la manera más espectacular y burda, a buscar y salvar a su hija, la cual no sale de una situación. Es decir, ambas partes van pasando de situación tras situación, una más forzada que la anterior, para culminar en lo que ya todos sabemos.
No es solo el hecho de irse por lo inútil y común de la narrativa cinematográfica, es incluso la excusa de los efectos especiales tan mediocres que hace parecer que esta película fue hecha por uno grupo de estudiantes de termino en efectos visuales.
Obviamente, el héroe siempre será el héroe, y como siempre, su familia será más importante que la de millones. Y de mas esta decir, que si quieres sobrevivir a lo que sea, es a esa sombra que debes arrimarte.
“San Andreas” es el tipo de cine que nunca quiero ver. Es un cine estafa, un cine de acción donde colocan a nuestro héroe en situaciones donde él y solo él podrá vencer. Solo les faltó tener un perro y salvar a este para convertir a “San Andreas” en lo que ya es, una de las peores películas de año. No inviertas tu dinero en esta montaña rusa, que podrá sacarte momentos donde tu adrenalina sube al máximo, pero que cuando pase la marea, te sentirás como yo, estafado y con ganas de ser tu el terremoto dentro de la boletería.
