“Cuando te da miedo saltar, ahí es cuando debes saltar”
Es una de las tantas frases donde Abel Morales (Oscar Isaac) defiende su moral además de su negocio. El director JC Chandor no defrauda, y presenta su tercera gran película, y tal vez la más
madura, cinematográficamente.
El paralelismo entre sus películas es casi evidente. El caos que se les acerca a sus personajes, a veces llenos de inocencia pero expertos, no es para nada cuestionable. En su gran opera prima “Margin Call”, un descalabre económico está a la vuelta de la esquina; en la maravillosa “All is Lost”, Robert Redford no está consiente de la tormenta que se aproxima; y en esta ocasión, Abel debe luchar con varias tormentas que amenazan su negocio y familia.
No es casualidad el nombre de la película, ya que la misma está ambientada en la ciudad de Nueva York en el 1981. Ese año, llamado el año más violento en la historia de la ciudad, Abel (Oscar Isaac) deberá descubrir cuál de sus competidores está robando sus cargas, y a su vez maltratando y asustando a sus choferes, ya que tiene un negocio de transporte de aceite. Sumándosele a esto, deberá luchar contra un fiscal que lo quiere encerrar y una esposa a la que le gusta hacer las cosas a su manera. Como ven, hay varias tormentas en la vida de nuestro protagonista.
Pero la parte interesante de la película radica en la creación de sus personajes, en la forma en cómo están maravillosamente delimitados y con propósitos claros desde las primeras tomas, en donde llegas a conocer sus miedos, valores y sentimientos al instante.
Abel es extraordinariamente llevado a la pantalla por el actor de origen guatemalteco Oscar Isaacs (Llewin Davis, Drive). Este sabe crear un personaje que lucha por su negocio y que se enfrenta a un huracán (siguiendo con la alegoría de la tormenta) embarcado en una yola. Un personaje que lucha con sus valores y con lo que es necesario hacer, aun en las situaciones donde lo obvio y lo violento es la respuesta a esperar.
Pero como comenté, la creación de personajes es el fuerte de Chandlor, ya que con pocas apariciones, Jessica Chastain demuestra lo impresionante que es. Cada escena donde esta mujer hace presencia es digna de respetar y apreciar. Jessica es “Anna”, la controladora esposa de Morales, que sabe lo que hay que hacer y no teme a ejercer su poder. Sencillamente demoledora.
El reparto lo completa David Oyelowo, Albert Brooks y Alessandro Nivola. Todos, bajo el manejo de la potente cámara y pluma de Chandor, presentan de lo mejor en su carreras.
La cinematografía de Bradford Young (Selma, Ain’t Body Saint) es mas que perfecta. Una adecuada ambientación y equilibrio de luces que nos hacen sentir ese crudo invierno de la ciudad de Nueva York, y que con maestría en algunas secuencias de acción, nos regala su mejor trabajo hasta la fecha.
“A most violent year” es el resultado de un director que ama el cine, vive y respira por él. Un resultado digno de respetar y admirar, con grandes y fabulosas actuaciones, y guion pulido y llevado íntegro a la pantalla. Con diálogos, situaciones y una muy buena musicalización de Alex Ebert ( All is Lost) me hace sentir ansiosos por el próximo trabajo de uno de los buenos directores actuales.
