Es incuestionable el arrastre del cine norteamericano alrededor del mundo, y más aun, con esto de las comedias románticas, es ya cansón ver como en la mayoría de las industrias, la formula dulzona de las comedias es copiada.
La formula en cuestión, esta de chico conoce chica, se enamoran, se pelean y en los últimos 15 minutos la recupera es de lo que hablo, una y otra vez somos testigos de estas historias de “amor”.
En “sexo fácil, películas tristes” no es la excepción. De producción española-argentina, es raro ver este tipo de películas en festivales de cine, ya que no presentan nada novedoso en la narración, pero si traen unas buenas interpretaciones.
Y no es que esta película haya descubierto nada, pero al contar con el apoyo de buenas actuaciones, hace que lo común de la historia sea al menos interesante de ver, además de un uso muy bueno de la edición.
Ernesto Alterio (Pablo Diuk) es un escritor que no la esta pasando muy bien en su vida personal, y está escribiendo un guion por encargo para un amigo productor, ahí es donde entran los personajes Marina y Víctor (Marta Etura y Quim Gutiérrez) que son los que van viviendo las peripecias que Pablo va escribiendo, unos viven la ficción, otros viven lo mismo en la realidad.
Como dato, Marta Etura y Quim Gutiérrez tienen una muy interesante película de ciencia ficción, llamada “Los Últimos días”
El director Alejo Flah que ya venía de tener carrera como guionista, es más que obvio donde es su fuerte, en la creación de diálogos situaciones, que si funcionan dentro de la trama, pero que al apoyarse en el ya mencionado eterno cliché, pierde algo de valor.
“Sexo fácil, películas tristes” es una película que cumple con los requisitos cinematográficos establecidos, pero que al caer en la fácil y conocida narrativa de la formula mencionada, no ofrece nada nuevo al espectador, más que algunos momentos cómicos y una muy buenas interpretaciones.
