La Trilogía 'Toy Story' cuenta la historia de Andy, el típico muchacho estadounidense, vista a través de sus juguetes; 'Boyhood' cuenta la historia de Mason, el típico chaval estadounidense, con la historia de los videojuegos de fondo. Cambia el punto de vista, pero la esencia es la misma. La emoción que provoca en el espectador (sobre todo varón) 'Boyhood' es tan sincera, humana y vital, que sabe mantenerse a una prudente distancia del sentimentalismo sin el más mínimo esfuerzo, y eso es puro Pixar (incluso los tipos duros pueden llorar, tanto con 'Toy Story' como con 'Boyhood'). 'Boyhood' se rodó a lo largo de 12 años; entre la primera 'Toy Story' (1995), con Andy de pequeñín, y la última,'Toy Story 3' (2010), con Andy a punto de entrar en la Universidad, han pasado 15 años. ¡Alguna diferencia tenía que haber!
Ya habíamos detectado la prueba de que Linklater era consciente del paralelismo: en 'Boyhood' aparece la mítica camioneta de pizzería que todos recordamos de 'Toy Story'. Un vídeo reciente demuestra que la presencia simbólica de la camioneta en 'Boyhood' va más allá, ya que aparece en casi todas las producciones Pixar. Es el sello Pixar, tan omnipresente como los cameos de Hitchcock en todas sus películas, luego 'Boyhood' también es Pixar.
