Uno de los requisitos a la hora de contar la un hecho importante en la vida de una persona, y más si este hecho cambio el rumbo de la historia es tener cuidado con las parcializaciones, además de
cuidar el bando que escojas, tener una visión a la hora de narrar, ¿Que quiero contar? ¿Que rasgos importantes voy a contar en 90 minutos de metraje?, estas preguntas no sirvieron de nada a Mortem Tyldum, director de la película “The Imitation Game”.
Alan Turing es un inadaptado social, abusado desde niño por su afición a las matemáticas, pasa su adolescencia entre estudios de matemáticas y el descifrar de claves, así como la creación de los mismos. En plena segunda guerra mundial Alan es reclutado para descifrar “Enigma” un aparato que crea mensajes encriptados para los alemanes, así, sus planes de ataques e invasión no puedan ser descubiertos por sus enemigos. El Sr. Turing junto a otras brillantes mentes, logran descifrar dichos mensajes con la ayuda de “Christopher” (el cual tiene un significado dentro de la historia) una computadora inventada para dicho propósito, diseñada y construida por nuestro protagonista.
El problema radica cuando no sabes que contar, cuando el interés de tu espectador están disperso no puedes crear cierta identificación con lo que cuentas, muy pocos directores han tenido éxito en la difícil tarea (Hitchcock, Scorsese, Godard) de interrelacionar varios hechos ocurridos aun mismo personaje en la misma época, Tyldum no pudo agarrar el toro por cuernos.
Mortem Tyldum es un director noruego que tomo notoriedad internacional por su efectiva película “Headhunters”, donde su manejo del “momento” es innegable, pero cuando por razones de estudio, debes abarcar una meta, una orientación sexual, un secreto, historias del pasados, relaciones con compañeros de trabajos, una investigación policial, un romance, un matrimonio y una lucha de poder, resulta algo cuesta arriba no solo para su director (y editor) sino para el público.
El renglón de acores funciona de maravilla, a la cabeza por el excelente Benedict Cumberbatch, que definitivamente es la película, todo gira alrededor de su personaje y que con mucho lastre lleva esta película a un final complaciente y funcional, perfecto para la temporada de premios, pero que lastimosamente es una película que pasara al olvido, porque no logra esa conexión emocional que es el fuerte de este tipo de historias. Completan el elenco una correcta Kiera Knigley, Matthew Goode, Mark Strong, Charles Nance y Rory Kinnear.
“The Imitation Game” es una buena película con muy poco que ofrecer, muy poco que interesar más que salir de la sala e investigar algo (o muy poco) de este personaje, amén de su importancia en la historia, creo que no se supo aprovechar la fuerza no solo de la historia, sino el potencial creado por el Sr, Cumberbatch.