El director Paul Tomas Anderson vuelve a la carga con otra joya. Esta no solo es una extraordinaria película, sino, una posible re- adaptación del casi desparecido genero Film Noir en el cine. 
“Inherent Vice” demuestra hasta dónde puede llegar la creatividad a la hora de contar una historia.
El Cine negro o Film Noir fue un género cinematográfico que se desarrolló principalmente entre los años 1930 hasta 1950, con una mínima diferencia de cine de gánster, con ciertas especificaciones en la narrativa, construcción y creación de personajes, trama y el manejo de las luces. Anderson juega con estas características un poco a la inversa.
Doc Sportello (Joaquín Phoenix) investiga la desaparición de su ex novia, sin imaginarse en las situaciones que se encontraría y personas que llegaría a conocer, ya que se ve envuelto no solo en la desaparición de la joven, sino en la desaparición de más de un personajes.
Lo extraordinario de la película va desde su narrativa hasta la iluminación. Cada personaje que aparece dentro de la misma tiene su universo propio. Claro está, basándose en la novela de Thomas Pinchon, Anderson sabe cómo sacarle partido a la locura permanente en la que se ve envuelto su personaje principal.
La creación de estilos en el cine es algo raro, ya que todo está contado en el séptimo arte. El reto real está en como lo cuentas. El decidir contar esta historia negra con tonos de comedia, le da un giro a lo que conocíamos como el ya desaparecido género. Y no es solo comedia lo que estamos presenciando, es un viaje alucinógeno de más de dos horas de duración.
Phoenix crea el personaje de Sportello de una manera genial, ya que debe llevar todo lo contrario a lo propuesto en los inicios del genero Noir. El personaje principal debe de ser este seductor con ropa impecable y comportamiento temerario, sin embargo, magistralmente, es llevado a la némesis.
Pero no solo Phoenix lleva esa voz principal, Josh Brolin como el violento y arrogante investigador Christian “BigFoot” Bjornsen se robará tu atención cada segundo de su puesta en escena. Rellenan están maravillosa y psicodélica historia Owen Wilson, Benicio del Toro, Jena Malone, Martin Short, Eric Roberts y la revelación Katherine Waterson.
Uno de los detalles impresionantes de la cinta es la fotografía de Robert Elswit (There Will Be Blood) asiduo compañero del director Anderson, y que con varias extraordinarias secuencias hace uno de los mejores trabajos de su carrera.
Sin lugar a dudas “Inherent Vice” es una de las mejores películas del año, pero a su vez es una película que no calará en todos los gustos, por el cambio de velocidad en su narrativa, personajes y desenlace. Pero definitivamente estamos presenciando otro extraordinario trabajo de uno de los mejores cineastas de nuestros tiempos.
