Uno de esos elementos literarios raramente bien utilizado en el cine es la sátira. La utilización de vicios individuales, megalomanía y unas
Birdman
chispas de locura, han abundado mas en las tablas que en la pantalla. Pocas veces he sido testigo de una mezcla de genialidad y la mencionada sátira en cine. “Birdman” se conjuga para cumplir dicho milagro.
Michael Keaton es de esos actores que aun en películas mediocres, se deja observar. Podemos recordar muchos papeles y muy buenos del actor, pero desgraciadamente, luego de aquella ola generada por su personaje de “Batman”, lo que pudo llegar a orilla fueron, en su mayoría, papeles secundarios. En esta nueva película de Alejandro Gonzalez Iñarritu, Keaton hace una auto referencia constante a ese famoso rol que lo lanzó a la fama, y todas las secuelas que dicha fama le hizo pagar.
Es realmente gracioso ver como dichas referencias, de forma cómica pero a la vez reales, hacen referencia a cada ámbito del nuevo mundo cinematográfico. Esa necesidad desesperada de tener otro éxito, el cuestionamiento constante a la calidad propia, el lidiar con tanta locura en un entorno tal vez mas loco, las cuestiones del ego y lo que la mayoría olvidan, la familia, hacen de “Birdman” una reflexión en un mundo caótico de entretener.
La dirección de Iñarritu es impecable. Este director mexicano, ex locutor y periodista, debuta con una obra maestra ganadora en Cannes 1999,”Amores Perros”. No solo es una de sus mejores películas, sino que es una de las mejores películas latinas de la historia. Ahora, con un proyecto mas que arriesgado, donde desnuda de una forma cruda pero simpática su entorno, su jungla.
El héroe de la película, junto con el Sr. Keaton, es sin duda el director de fotografía Emmanuel Lubezski. Aprovechándose de que la idea prima del guión es contar todo en una sola locación, este fila la película con estilo de una sola toma, algo parecido a “The Rope” de Alfred Hitchcock, pero en esta ocasión, Lubezki da clases de dirección.
Uno de los elementos que sorprenden, no solo en la forma en que el director Inarritu lo utiliza, sino por la sencillez que se crea, es la musicalización del Jazzista Antonio Sanchez (integrante de la banda de Pat Metheny ) Este utiliza no mas que su batería para crear los sentimientos de cada personaje, pero lo mas importante y loable, es la creación de momentos importantes para la trama, con puros golpes de tambor. Magistral.
Sin dejar de lado están los actores de reparto, algo que siempre todo director tiene pendiente a utilizar correctamente. Sin estos, la historia nunca podría ser igual. Estos actores, elegidos extraordinariamente, crean personajes tan ricos como su principal. Edward Norton es este encasillado actor del método que hace todo a su manera, Naomi Watts como la actriz desconocida que recibe la oportunidad de su vida, Emma Stone como la hija conflictiva del protagonista, incluso, Zack Galifiankis que sale del estereotipado payaso para convertirse en el abogado protector y estratega de la situación.
Nadie del mundo del espectáculo se le escapa a Inarritu dentro de “Birdman”, con entendible reflexión a los blockbuster, críticos, prensa y vida de familia en un ambiente donde “el ¿qué dirán?” es mas importante a la esencia, donde una carrera vale o mas que la vida misma, donde esa vocecita interna que todos tenemos, es mas ególatra de lo que creemos. De alguna u otra forma, no importa lo que hagas, todos llevamos un “Birdman” dentro. ¿o no?
