La carrera de Pierce Brosnan ha sido mayormente conocida por sus papeles de acción, catapultado naturalmente por su rol del agente secreto más famoso del mundo. El ha sabido aprovechar ese empujoncito que los amigos Broccoli
(productores de la saga Bond) le ofrecieron, pero ¿hasta donde llegará?
“The November Man” es una de esas películas que quieres que termine a los 30 minutos de su inicio. Es una acumulación de personajes y situaciones de muchas películas del mismo género, es casi cansón, ver y casi adivinar lo que ocurrirá en las secuencias subsiguientes.
Brosnan es “Deveraux” (empezamos por el nombre cliché), un ex asesino a sueldo que trabajaba para la CIA, que luego de una fallida misión, donde pierde a alguien cercano, decide retirarse. Pero súbitamente se verá forzado a volver al juego, ya que su pupilo (Luke Bracey), entrenado por el mismo, está detrás de un blanco que significa algo para él, y el debe evitar esto. Y claro, todo es manipulado por… (ya se darán cuenta).
Roger Donaldson, director netamente del cine de acción, tiene bastante experiencia creando estos tópicos. Donaldson está acostumbrado a llevarnos este tipo de historias y personajes (The Recruit, Dante’s Peak), pero cuando decide contar una historia con sentido, limpia la silla del director y se sienta en ella. En esos pocos momentos de lucidez, ha dirigido películas como “Thirtheen Days”, “Species” y “The Bank Job”.
Ya se está hablando de una secuela, y no imagino qué podrán contar, algo que puede sonar hipócrita de mi parte sabiendo cómo funciona la maquinaria de Hollywood, donde exprimen la fruta hasta no quedar nada.
“The November Man” es la película perfecta para perder el tiempo un domingo por la tarde, lástima que lleve el nombre del mes más hermoso del año.