“Blue Ruin” es la segunda película del director y cinematógrafo Jeremy Saulnier. Ganadora del premio FIPRESCI en el pasado festival de Cannes. Este es el premio que otorga la critica que asiste a dicho festival.
En “Blue Ruin” no verán a nadie conocido, están advertidos. Pero también les advierto, que es una película que los amarrará en su tela desde su mismo inicio, desde esos 15 maravillosos minutos en pleno silencio donde nos introduce en el mundo de Dwight (Macon Blair). Dwight es un vagabundo que pasa sus días en un carro viejo y destartalado, que come lo que puede y vive con lo que le sobra a muchos. Un día, Dwight recibe una noticia directamente enlazada con su pasado. Esa noticia cambiará la vida de Dwight para siempre. Sería un pecado de mi parte contarles más.
Macon Blair carga con la película hasta su final, con cambios de escenario y sentimientos no solo reflejados en su físico, sino en sus acciones. Es una de estas actuaciones que no olvidas: poderoso, brutal y a la vez causante.
El director Saulnier, aparte de dirigir esta joya, hizo también de director de fotografía. Ambos trabajos impresionantes para un director joven. Cargar con la responsabilidad del peso visual de la misma es de titanes, y más con resultados extraordinarios. Todo un reto, para una pelicula finaciada mediante Kickstarter.
“Blue Ruin” es de esas películas que automáticamente pasan a colarse entre lo mejor del año. Una película de muy bajo presupuesto (unos 500,000 dólares), con mucho mas personalidad y estilo que cualquier película de mayor y alto presupuesto. Kudos al director Saulnier y su equipo.