Vamos a ver, ¿alguien se creía que era seguro confiar una historia bíblica a Darren Aronofsky? Por lo visto, los responsables de Paramount sí que lo pensaron, y ahora están a un paso de arrepentirse por ello. Por lo que se ve, los primeros preestrenos de Noah han hecho temer a la productora que esta epopeya bíblica, con Russell Crowe, Ray Winstone y Anthony Hopkins, no va a ser ni tan 'familiar' ni tan fácil de vender a un público religioso y conservador. Justo la audiencia a la que pretendía enfocarla el estudio.
Por eso, para curarnos en salud y que no nos pille el toro, nos hemos adelantado a las más que probables controversias que provocará este filme sobre el patriarca de Israel y su arca llena de animales (y de hijos mal avenidos, y de otras cosas que están en la Biblia, pero que quedan feas ante un comité de censura). Aquí tienes otra colección de películas que se las apañaron para ofender a confesiones de todo pelaje.
Agua (Deepa Mehta, 2005)
Ofendió a los... hindúes
¿Por qué? Fuego (1996), una de las películas anteriores de la cineasta india, había puesto ya muy nerviosos a los elementos más conservadores de la sociedad de su país. De modo que imaginemos el cabreo al desvelarse el argumento de Agua: una viuda (de siete años, para más señas) es obligada tras fallecer su marido a recluírse en un ashram (especie de monasterio) cuya priora obtiene ingresos prostituyendo a una de las internas.
¿En qué quedó la cosa? El día antes de que Agua comenzara a rodarse en la muy santa ciudad de Benarés, una manifestación de al menos 2.000 personas irrumpió en el plató, reduciéndolo a escombros y prendiéndole fuego a continuación. Tras este incidente, que obligó a retrasar la producción, un extremista religioso amenazó con suicidarse si la película se estrenaba. El hombre no cumplió su promesa.
Camino (Javier Fesser, 2008)
Ofendió a los... católicos (sobre todo a los miembros del Opus Dei)
¿Por qué? Aunque su protagonista no se llamara así, y aunque la historia real apareciese muy alterada en la pantalla, no fue ningún secreto que Camino estaba basada en la vida de Alexia González Barrios, niña madrileña actualmente en proceso de beatificación tras morir de cáncer a los 14 años. Por si no estaba lo suficientemente claro, Fesser (que contó con la asesoría de María Victoria Molins, amiga y biógrafa de la pequeña) dedicó el filme a su memoria.
¿En qué quedó la cosa? Aparte de los comunicados emitidos por la familia de Alexia desautorizando la película, medios de derechas como Libertad Digital atacaron con saña a la película tras su estreno. En 2011 se estrenó el documental biográfico Alexia, interpretado por muchos como una réplica a Camino.
La inocencia de los musulmanes (N. B. Nakoula, 2012)
Ofendió a los... musulmanes (como su propio título indica)
¿Por qué? La mayoría de los filmes de esta lista nacieron impulsados por el ánimo jocoso, por la crítica constructiva o por ambas cosas. Pero lo de este tráiler de un presunto largometraje dirigido por un tal 'Sam Bacile' (en realidad un seudónimo de Nakoula, cristiano copto residente en EE UU) fue todo un ataque a mala idea: según recogió en su día el New York Times, "la película describe a Mahoma como un hijo de padre desconocido, un bufón, un homosexual, un pedófilo y un matón codicioso y sediento de sangre".
¿En qué quedó la cosa? La inocencia de los musulmanes fue realizada como réplica a los asaltos padecidos por cristianos coptos por parte de los Hermanos Musulmanes en Egipto. Y si Bakoula quería avivar dicha violencia con su filme, dio en el clavo: el lanzamiento del tráiler en YouTube y su posterior difusión provocaron asaltos a embajadas estadounidenses y encendidísimas protestas que se cobraron al menos 26 muertes. Nakoula y todos los participantes en el filme fueron condenados in absentia a la pena capital por un tribunal egipcio, y el gobierno de Pakistán ofrece una recompensa por sus cabezas.
El evangelio según San Mateo (Pier Paolo Pasolini, 1964)
Ofendió a los... católicos (y a los comunistas)
¿Por qué? Homosexual, comunista y ateo: Pier Paolo Pasolini tenía todos los números para levantar polvareda cuando anunció su intención de rodar un filme sobre la vida de Cristo. La sorpresa fue mayúscula cuando la película se estrenó, pasmándose los espectadores, no ya ante su total fidelidad al texto bíblico, sino también al ver que estaba dedicada al difunto papa Juan XXIII.
¿En qué quedó la cosa? Paradojas de la vida: mientras el Vaticano premiaba a la película (que, además, fue nominada a tres Oscar y se llevó un trofeo extraordinario en Venecia), esta era objeto de las iras de críticos católicos... Y también de marxistas que acusaban a su autor de "hacer concesiones a ideologías reaccionarias".
The Master (Paul Thomas Anderson, 2012)
Ofendió a los... cienciólogos
¿Por qué? Según insistió el propio director, el personaje encarnado en The Master por Philip Seymour Hoffman no tiene por qué ser un trasunto de L. Ron Hubbard, fundador de la Cienciología. Como suele pasar en estos casos, la clave estaba en el condicional, y el poco amable retrato que el filme ofrece del personaje en cuestión fue evidente desde antes de su estreno.
¿En qué quedó la cosa? En su momento, circularon rumores sobre la poca gracia que The Master le hacía a los cienciólogos más poderosos de Hollywood (entre ellos, Tom Cruise, amigo de Anderson), hablándose incluso de una conspiración para impedir el estreno de la película. Por otra parte, el productor Harvey Weinstein y su séquito fueron amenazados por fieles de la polémica confesión.
Stigmata (R. Wainwright, 1999)
Ofendió a los... católicos
¿Por qué? Si tuviéramos que hacer una lista con todas las películas de terror (variedad "exorcismos y posesiones diabólicas") que han suscitado las iras del Vaticano y alrededores, llenaríamos esta web, y aún nos faltaría espacio. La historia de Patricia Arquette, peluquera y posible mística, y el cura investigador Gabriel Byrne levantó polémica por vincular a los estigmas, tradicionalmente considerados como signos de santidad, con el presuntamente herético Evangelio de Tomás.
¿En qué quedó la cosa? Pues... prácticamente en nada. Aparte de en algunas críticas negativas a la película, queremos decir: en realidad, Stigmata desalojó a El sexto sentido del primer puesto de la taquilla en EE UU, y fue un moderado éxito financiero.
Teniente corrupto (Abel Ferrara, 1992)
Ofendió a los... católicos (y a todo el mundo, en general)
¿Por qué? Harvey Keitel, el teniente del título, implorando perdón a un Cristo sangrante (y alucinógeno), y una monja siendo violada brutalmente en los primeros minutos de metraje. El director Abel Ferrara se tomó muy en serio su propósito de ofrecer una historia de redención a través del sufrimiento y la fe, desde luego.
¿En qué quedó la cosa? El revuelo más sonado que se armó acerca de Teniente corrupto tuvo lugar cuando la cadena de videoclubes Blockbuster (conocida por su actitud más bien pacata) la retiró de su catálogo, alegando su imaginería ofensiva y su extrema violencia.
Los demonios (Ken Russell, 1971)
Ofendió a los... católicos, anglicanos, protestantes, etcétera
¿Por qué? La historia (auténtica) de Urbain Grandier, un cura francés que murió en la hoguera acusado de endemoniar un convento de monjas, sirvió al flatulento director de Tommy, Litzsomanía y La pasión de China Blue para armar uno de esos desbarajustes flatulentos a los que era tan aficionado, lleno de religiosas fornicatrices (con Vanessa Redgrave ejerciendo de madre superiora, además) y provocación gratuita.
¿En qué quedó la cosa? Mientras la líder conservadora Mary Whitehouse azuzaba a sus leales contra la película, los productores de Los demonios se vieron obligados a cortar al menos seis minutos para evitar una calificación X. Y es que eso de acabar con la imagen de una monja masturbándose con un fémur humano quedaba muy feo.
Religulous (Larry Charles, 2008)
Ofendió a... todas las religiones del mundo (esa era la idea)
¿Por qué? ¿Qué ocurre cuando el director de Borat y el comediante Bill Maher se alían para poner las creencias sobrenaturales en la picota? Pues que te sale una película como esta: afirmando que había visto la luz, Maher se entrevistó con autoridades de diversas creencias (católicos, mormones, judíos, musulmanes...) mientras, paralelamente, recababa datos en favor del ateísmo hablando con científicos e historiadores.
¿En qué quedó la cosa? Menuda decepción nos hemos llevado: cuando Religulous se estrenó, no hubo ni manifestaciones, ni amenazas de bomba, ni nada de nada. A lo más que llegaron algunos de los personajes entrevistados para el filme fue a afirmar que Maher y Charles les habían tomado el pelo, y a desacreditar algunas de sus teorías antirreligiosas.
Fuente: Cinemania