No pecamos de ingenuos ni pensamos que el alcohol no está presente (en grandes cantidades) durante los distintos procesos de realización de cualquier película, sino que normalmente solemos intuir sustancias peores. En cualquier caso, la propuesta de los cortometrajistas Chris R. Wilson y Zach Persson resulta llamativa por cómo coloca la dipsomanía de todos los implicados justo en el centro del filme. Star Drunk no pasaría de ser un cortometraje más que decide parodiar tótems de la aventura espacial como Star Wars y Star Trek... si no fuera porque todo el mundo que participa en su rodaje está completamente borracho. Y se nota. Mucho. Hasta el punto de hacer la experiencia fascinante, a un paso de la serie Drunk History y sus achispadas crónicas históricas con una copa de más.
Chris R. Wilson y su equipo también son responsables del corto Do You Love Me, famoso por haber sido escrito con la sola colaboración del robot de inteligencia artificlal Cleverbot. Si el resultado de aquel experimento era un melodrama surreal lleno de callejones sin salida, en el caso de Star Drunk tenemos una estrucutra de sketch más tradicional donde el interés viene de los tambaleos piripis de los actores, las chiribitas de sus ojos, la gesticulación descontrolada y una entonación resbaladiza. Es decir, el resultado de una buena melopea previa. A continuación puedes ver el corto y un vídeo detrás de las cámaras con el que podrás comprobar el embriagado ambiente del rodaje.