Lo mágico de hacer cine es que puedes contar lo que quieras: desde una aventura personal, hasta algún evento que nunca existió
más que en tus sueños o pensamiento, incluso, vidas de otros. En “Vivir es fácil con los ojos cerrados” el director y guionista David Trueba, nos demuestra que no hay que tener lineamientos a la hora de la creación de historias.
Antonio (Javier Cámara), es profesor de inglés en España en la década del 60, y utiliza las canciones de los Beatles para educar a sus alumnos en esta lengua foránea. Un buen día se entera que John Lennon está filmando una película en Almería, y parte en la busqueda de conocer a su ídolo. Pero en el camino conocerá a Belén (Natalia Molina), una joven que anda huyéndole a una situación personal, y a Juanjo (Francesc Colomer), un joven que escapo de su hogar en busca de su identidad. Estos tres se unen en esta maravillosa fabula de no solo conocer a un ídolo del momento, sino que en el camino vivirán eventos que cambiaran sus vidas y les hará descubrir cosas que les marcara.
Lo magnifico de la esta historia no solo radica en su dirección y guion, sino en la espectacular fotografía en sepia de Daniel Vilar, que nos hace sentir inmersos en plena época de los 60. Agregando un magnífico trabajo de vestuario, extraordinariamente ambientado por Lala Huete.
Sumándole a todo esto, la extraordinaria banda sonora creada por el grandioso guitarrista Pat Metheny.
David Trueba es mejor guionista que director. Por ejemplo, entre sus guiones, tenemos a “Amo tu rica cama”, “Perdita Durango”, “La niña de tus Ojos” y “Balseros”. Podríamos asegurar que es uno de los creadores más prolíficos del cine iberoamericano, y con su “Madrid, 1987” realiza un extraordinario trabajo de dirección, tan efectivo como en “Vivir es fácil con los ojos cerrados”.
Road Movie recomendad. Es un gran ejemplo de lo que es este neo-genero del cine, una búsqueda no solo de sueño, sino de un propósito.
