Aunque lo duden, ¨Godzilla¨ es uno de esos héroes atípicos del cine. Podríamos decir que es de los primeros ¨Antihéroes¨ del cine. Su debut en el año 1954 en la película ¨Gojira¨ del director Japonés Ishiro Honda ha navegado en un mar de 28 películas y dos remakes
En esta ocasión y deseando olvidar esa inescrupulosa película del 1998, tenemos un producto que sí hace honor a la esencia original de nuestro monstruo.
En esta ocasión, Godzilla tendrá que luchar con unos monstruos que estaban celosamente guardados, y que su único propósito es alimentarse de energía nuclear y destrucción. Estos son seguidos bien de cerca por el científico Joe Brody (Bryan Cranston), el cual pierde su esposa en un accidente en el lugar donde trabaja y nunca recibe una explicación de la catástrofe. Este científico, junto al Dr. Serizawa (Ken Watanabe), descubrirán lo que realmente paso allí. Claro está, contando con la fuerza bruta de nuestro querido monstruo.
El director Gareth Edwards ya estaba acostumbrado a estos menesteres. Su opera prima ¨Monsters¨va por ese mismo estilo, pero con una calidad artística impresionante, la cual vuelve a poner de manifiesto en esta nueva entrega de ¨Godzilla¨. Un muy buen manejo de la historia, aunque con momentos innecesarios y redundantes, hacen que Edwards se vuelva interesante para futuros proyectos. Presten atención al manejo de la tensión durante el primer y tercer acto del filme.
Todos los actores funcionan de una manera adecuada, cada uno de ellos, probados actores, impregnan a la película de un dote de credibilidad a la hora de ejecución. Aaron Taylor- Johnson, Ken Watanabe, Juliet Binoche, David Strathaim, Sally Hawkins y Elizabeth Olsen están más que correctos.
Godzilla es una buena película, divertida y muy bien hecha. Debo confesar que me molestó ver tan poco tiempo en pantalla a nuestro protagonista, pero cuando éste hace su enorme aparición, no podemos apartar nuestros ojos de la pantalla.