Algo muy común dentro del espectáculo comercial estadounidense (no es cine comercial) es la utilización de conocidos personajes en situaciones donde este héroe, casi siempre se salga con la suya, así, mantenemos el estereotipo de que el bueno siempre gana sobre el desgraciado villano. En esas, gana el público y los productores.
En esta secuela de ¨El Sorprendente Hombre Araña¨, vemos como nuestro joven héroe, ve amenazada su relación con la hermosa Gwen e ira descubriendo la verdad detrás de lo que le ocurrió a sus padres. Así también, la verdad detrás de la compañía para la cual este laboraba, Oscorp.
Andrew Garfield repite en la piel del arácnido, con mejores resultados que la primera entrega. Ya si estamos viendo al Hombre araña con la cual toda una generación creció, un personaje con un humor ácido, encantador, pero que a su vez, algo confundido y en un estado constante de búsqueda. Sin temor, me atrevo a decir que es lo único que realmente funciona en el filme.
Emma Stone, en su papel de Gwen Stacy, también funciona, ya que no es un personaje que demanda mucho. Es la novia simplona que le hace las cosas más complicadas a nuestro héroe.
Lo que realmente molesta y se desperdicia es la mediocre utilización de los villanos. En la mayoría de las películas de este tipo, el villano resulta a ser lo más interesante en la trama, desde el porqué de sus propósitos, hasta el desarrollo de sus habilidades. Todo ese proceso casi siempre es bien llevado en la narración. Algo así no ocurre en esta versión del insecto poderoso.
Jamie Foxx es Electro, un empleado de Oscorp que busca aprobación de todo el mundo. Con una autoestima en el suelo y pobres relaciones sociales, en una extraña e inexplicable transformación, desarrolla un odio hacia todo el mundo en cuestión de minutos. De repente vemos un villano poderoso sin un por qué especifico y sin un real motivo aparente. Un buen actor y personaje desperdiciados.
Lo mismo ocurre con Harry Osborn (Dane DeHaan), un personaje explotado al máximo en la versión de Sam Raimi de nuestro héroe arácnido, a convertirse en un adolescente arrogante y que desarrolla en minutos una enfermedad que su padre tardo años en desarrollar. Demasiadas incongruencias en el guion de Alex Kurtzman y Roberto Orci.
¨El Sorprendente Hombre Araña 2¨ no funciona ni como cine ni como entretenimiento, es una producción llena de muy buenos efectos especiales pero dejando de lado, lo que es para mí, lo principal, contar algo.