El género documental ha sido poco abordado en la industria de cine dominicana, ya sea porque se toma mucho tiempo en la producción o por razones económicas. Los directores Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas vuelven a la carga con extraordinario material en un documental sobre la vida de Carmita Ignarra.
Debo admitir que desconocía la vida e historia de Carmita Ignarra. Carmita Ignarra, declarada anticastrista, fue famosa en Cuba en los años 50 antes de viajar a México para incursionar en la televisión y casarse con el millonario de origen libanés Santiago Reachi Fayad, Santiago, que además de pareja sentimental, fue verdugo de la carrera artística de la cubana, prohibiéndole trabajar en un importante proyecto con Luis Buñuel.
“Cuando vino a México a hacer cine, con una propuesta del español Luis Buñuel, el marido le cortó la carrera. Era un productor de cine famoso y no la dejó desarrollarse”, contó Laura Amelia Guzmán. Y claro que era famoso y poderoso en aquella época, pues era propietario de la productora ¨Posa Films¨, la misma productora que creo la filmografía de Cantinflas.
Laura e Israel plasman en este documental no solo algunos detalles del pasado de Carmita, sino peripecias de un envejeciente, y cómo esos traumas y prohibiciones atados a su pasado moldearon a una mujer que nunca sabe salir del personaje.
Decía Ernest Hemingway en su ¨Viejo y El Mar¨ la máxima "Nadie debiera estar solo en su vejez. Pero es inevitable que así sea.". Creo que como una manera de autocastigarse, esta mujer decidió quedarse sola, sola por ese recuerdo castrante que sufrió por muchos años y al cual nunca tuvo el valor de reponerse. O quizás es la mera interpretación que le doy a uno de los más grandes miedos que existen, el miedo a la muerte.
Gran trabajo de fotografía, dirección y guion de esta pareja de artistas, que demuestran el gran talento que si tenemos en nuestro país…y en México.