Aun llevo colgado en el alma a Llewyn. Es que este personaje creado por los Hermanos Ethan y Joel Coen, puede llegar a calar en lo más hondo de tus sentimientos, tal vez por ese innato deseo del ser humano por sobresalir, o tal vez, porque muchos lleguemos a sentirnos un Llewyn en nuestros quehaceres diarios.
Algo característico del cine de los Coen es que sus personajes la pasan de lo peor en su propósito. Cualquiera que este sea, no les será fácil conseguir eso que tanto anhelan, si es que lo logran.
Llewin Davis es un cantante “Folk” que busca el éxito a cualquier precio, con un gran talento para cantar, pero de alguna forma, se fabrica una impresionante mala suerte. Este decide ir a Chicago a conocer a un importante dueño de una disquera, pero en ese viaje y en esos días, ocurrirán algunas cosas que podrían cambiar su destino.
Oscar Isaac, tal vez sea un tanto desconocido, es un actor con más de 10 años de carrera, mayormente como secundario, pero su mayor y más importante papel, es hacer el cantante poco afortunado de esta par de hermanos. Una extraordinaria interpretación lo coloca no solo como una de las mejores actuaciones del año, sino una de las mejores vista en las películas de la dupla.
Los secundarios son de lujo. Con una extraordinaria dirección y una dosis adecuada en pantalla, Carey Mulligan, Justin Timberlake, Adam Driver, John Goodman, Garret Hendlund y F. Murray Abraham están impresionantes.
Con una atmosfera gris, perfecta con la vida de su personaje principal, donde los colores más vivos se sienten pálidos, el director de fotografía Bruno Delbonnel ( Amelie, Dark Shadows) presenta su mejor trabajo hasta la fecha y uno de los mejores que he visto en mucho tiempo.
El guion, la dirección y la edición van a cargo de Ethan y Joel Coen, dando el toque personal no solo en todos sus personajes, sino en las situaciones y la narrativa de esta maravilla de película. Nótese, que la edición está a cargo de un tal Roderick Jaynes, que no es más que un seudónimo que utilizan ellos mismos para mayor control de calidad de sus películas.
Injustamente olvidada en el premio Oscar del 2014, “Inside Llewyn Davis” es una maravillosa película que raya en lo perfecto, una película que aun, no conociendo nada de la música Folk, llega a enamorarte y entusiasmarte a conocer algo o algunos cantantes de este género.