Para muchos el cine es más que un entretenimiento, es una voz que puede ser escuchada 
en muchas partes, sin necesidad de viajes o de tener el contexto de una historia. Es más, es tan mágico que puede contarte una historia de ficción pero de una realidad latente en alguna parte de mundo, y es tan maravilloso, que puede contarte el sufrir o la desgracia de una sociedad en tono de comedia, o a través de los inocentes ojos de una ninia.
Lo especial de “Wadjda” no es solo su procedencia, es su inocencia. “Wadjda” es la primera película filamada por una mujer en Arabia Saudita, y esta mujer, Haifaa Al-Mansour, es la primera que se gradúa de una universidad estatal de dirección cinematográfica, y en esta larga revolución, representa a su país en la carrera por la nominación al Oscar.
“Wadjda” es una niña de 10 años, extremadamente autentica. Buena para los negocios, no le gusta seguir patrones, ama el estilo de vida occidental y se enamora perdidamente de una bicicleta. Pero no todo se presenta en lo que hace Wadjda para obtener esta bicicleta, sino, de camino se nos presenta a una sociedad, del trato que en esta reciben sus mujeres, a sus jóvenes, de las restricciones y de estilo de vida en Arabia Saudita. Todo esto lo conocemos sin necesidad de viajar.
Es una película impecablemente filmada, con un cuidado de producción impresionante y una dirección de actores excelente. La niña, Waad Mohamed (Wadjda), se roba nuestros corazones por su incansable necesidad de sobresalir y una más que agradable manipulación.
“Wadjda” es una muy buena película, con todos los elementos inintencionados de lograr una nominación al Oscar y tal vez llevarse la estatuilla por su trasfondo social. Pero sin importar que se lleve premios, es una película que nos hace ver con inocencia una realidad fuerte y algo incompresible para los que habitamos de este lado.
