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Critica a «La Primera Purga» (2018) de Greg McMurray

Cuatro partes en solo cinco años es un número respetable, incluso en momentos en que cada película es razonablemente lucrativa, ya que esperaríamos un mayor número de presentaciones si se

valieran de la excusa económica. El éxito es beneficioso para los productores, a pesar de la pequeña trivialidad que viene con cada nueva producción, de sacrificar cada vez la calidad e inclinarse más hacia el impacto económico de la misma.

La  primera Purga se inspira en el actual contexto sociopolítico de los Estados Unidos. Debido al clima de tensión racial entre los ciudadanos, sumándole a esto una tasa de desempleo alta y una crisis económica que han alcanzado alturas sin precedentes, los estadounidenses han elegido un nuevo partido político: The New Founding Father's of America (NFFA).

Para aliviar el clima creciente de tensión, la Dra. May Updale (Marisa Tomei) tiene la brillante idea de hacer un experimento utilizando la condición humana y sus decisiones. El lugar elegido para dicha prueba es Staten Island en Nueva York, un vecindario donde la mayoría de los habitantes son de bajos recursos. A pesar de las protestas en todo el país, el ensayo llamado Purga tendrá lugar. Durante un período de 12 horas consecutivas, se permitirá toda actividad criminal. La única restricción: portar armas de clase 5 o superior (granadas, bazooka, armas biológicas, etc.)

Seguimos esta primera noche a través de los ojos de Nya (Lex Scott Davis), un activista contra la Purga; su hermano Isaiah (Joivan Wade) que quiere disfrutar de la noche para vengar al peligroso psicópata Skeletor (Rotimi Paul); y Dmitri (Y'Lan Noel), jefe de una pandilla callejera que quiere proteger su territorio. Si la Purga es un éxito, la experiencia se expandirá por todo el país en los próximos años.

La blaxploitation de los años 70, profundamente arraigada en la presentación de una cultura afroamericana específica, era en ese momento un género en sí misma. Hoy, desde el advenimiento de Obama, no se destaca, al menos en Hollywood, del caucásico. Los mismos tipos de películas, los mismos escenarios, los personajes de todos los estratos sociales, negros y blancos por igual son presentados, y sin embargo, el racismo está lentamente regresando. Esta nueva versión de la serie “Purge” es exactamente la misma que cualquiera de las anteriores. Los ciudadanos de las clases trabajadoras y los olvidados están en gran medida en contra de esta noche de "crimen legalizado". Aquí, los malos son los blancos (Trump y su política); Los negros a veces lo son, pero esta reacción puede ser la única forma que tienen para hacer frente en una América que no les da a todos las mismas oportunidades. De ahí la utopía de un sueño americano que nunca existió.

Una película intencionalmente desequilibrada en su forma, apoyada por la cámara de Anastas N. Michos (“Man of the Moon”, “The Big Kahuna”), que muy a menudo y excesivamente la coloca muy cerca a los personajes sin motivo aparente. Muchos juran que solo por su encuadre, su composición, su contenido, su relación con la historia y el color, tendrá el valor necesario para hacerle creer al público su intención, la de asustar. Las referencias a los intentos de Trump de detener la inmigración ilegal por todos los medios  y de limpiar a los Estados Unidos de influencias desagradables y "elementos" son más que claras. Además, la película se refiere repetidamente a "fenómenos de medios digitales", como noticias falsas y la estilización de videos violentos virales.

Todo esto le da a La primera Purga un alto grado de actualización y una marca moderna.Es importante dar crédito a los creadores del cuarto episodio de "Purge" por inspirarse en personajes reales y eventos de la política y la sociedad. Ellos incorporan hábilmente estas alusiones en su película, ya que pueden impulsar la acción o ser leídos como una crítica rápida de las condiciones actuales en el mundo. Esto otorga a La Primera Purga una marca mucho más social que sus predecesores. La América de Trump está enferma y corrupta, pero, no obstante, permite dar curso libre a los guionistas comprometidos que se atreven a aventurarse en caminos transversales donde uno siempre encuentra ideas para debatir. Lo opuesto hubiera sido impactante. Sin embargo, la historia y la dramaturgia se aplanan visiblemente con el comienzo de la noche de la "primera purga", para darle paso a una serie de secuencias sangrientas y sin sentido que se unen formando un festival gráfico sin propósito.

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.