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Critica a “You Were Never Really Here” (2017) de Lynne Ramsay

El héroe de acción, que lucha no solo con sus adversarios externos, sino también con sus demonios internos, es un arquetipo casi tan viejo como el cine en sí. Pero el “Joe” de Joaquín Phoenix le da la palabra “jodido”, una dimensión completamente nueva. Con su descuidada barba, no solo se ve como un vagabundo, también su cuerpo está completamente marcado por heridas y un extraño fetiche con bolsas de plástico hablan un lenguaje claro: este hombre ha visto y vivido tantas cosas terribles en su vida que solo se preocupa por el cuidado de su madre y su supervivencia.

Joe tiene más que suficiente experiencia con la violencia como soldado en la guerra y luego como agente del FBI. Son tantas sus experiencias, que las sigue procesando a diario. Ahora trabaja como un investigador privado, que es contratado para trabajos, en su mayoría sucios. Un día, recibe un nuevo encargo: se cree que Nina (Ekaterina Samsonov), hija de un senador, fue secuestrada y vendida a comerciantes sexuales. Entonces Joe sale listo para cualquier cosa. Pero incluso un veterano como él no está preparado para lo que le espera.

Ramsey escenifica literalmente a Joe como un fantasma: si la cámara lo deja fuera de vista por una fracción de segundo se disuelve en el aire, o simplemente ves cómo la puerta se cierra detrás de él. Después de una exagerada pero igualmente mística secuencia, la directora lo presenta en una escena debajo del agua en la que Joe se deja hundir junto con un cadáver, lleno de piedras en el bolsillo de su chaqueta, para finalmente flotar de forma angelical en el agua. Somos testigos del anhelo de la muerte y la iconografía del mártir, ¿o todo esto está sucediendo en la mente de Joe?

Seis años de descanso, eso es mucho en Hollywood. Si estás en un negocio tan comercial, te arriesgas a ser olvidado. A menos que, por supuesto, tu nombre sea Lynne Ramsay y antes de ese receso hayas filmado “We Need to Talk About Kevin”, un drama familiar que nunca olvidarás, quieras o no.

Lo mismo se aplica a “You Were Never Really Here” (En algunos países se llama “A Beautiful Day”), con el cual la directora y guionista hizo un impresionante regreso el año pasado en Cannes. La adaptación de la novela You Were Never Really Here de Jonathan Ames inicialmente puede sonar como una típica película de acción de un ex soldado. Pero ella es realmente el esqueleto de una película así, y al mismo tiempo, mucho más.

La musicalización del guitarrista de “Radiohead”, Jonny Greenwood (The Master, Phanthom Thread), proclama con sus partituras repetidamente una locura latente, y que con su música nos recuerda que es parte de la historia.

La estructura de la película es relativamente clásica. Llegamos a conocer al héroe al principio. Luego viene el trabajo que obedientemente cumple. Poco tiempo después, sin embargo, aprendemos que el trabajo es solo una pequeña parte de la historia, que hay mucho más detrás de ella, una gran conspiración. Entonces él tiene que ir nuevamente para restaurar la justicia en un gran enfrentamiento. Todo esto se aplica a la película y ni siquiera comienza a coincidir con lo que Ramsay quiso crear.

Antes que nada, está el asunto del héroe. En los últimos años se le ha dado la vuelta a los protagonistas de tales historias, que a veces incluso con sus propios pequeños abismos, pueden luchar. Especialmente en el cine escandinavo, donde es apenas una contribución de género más, sin policías borrachos y/o con problemas matrimoniales. Joe está tan traumatizado que él - y el público - regularmente se baña en pesadillas surrealistas o se azota a sí mismo. Él ni siquiera se ve como un héroe. Joaquín Phoenix degenera aquí el arquetipo del héroe en un gabinete toscamente tallado que se pudrió en la acera. Expulsado, destruido y brutalmente intenso. Esta es una pieza de suspenso de ánimo difícil pero tolerable, en donde vemos como Joaquín Phoenix, cual espíritu de la venganza, nos lleva a dos infiernos, el de su cabeza y el de su realidad, de los que tendrá que buscar salida, aunque dudamos que él quiera escapar.

 

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.