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Critica a «Bright» (2017) de David Ayer

Noventa millones de dólares es un presupuesto alto para una producción cinematográfica que no es financiada ni producida por ninguno de los grandes estudios de Hollywood. “Bright” es la primera película realmente grande que presenta a estrellas de cine que Netflix distribuirá a sus 109 millones de usuarios en todo el mundo. Como dijo Will Smith durante la producción: "La capacidad de llegar a tanta gente en tan poco tiempo como Netflix puede hacer es simplemente fantástico". "Fantástico" es una palabra clave, porque en la misma película Bright, ubicada en un Los Ángeles paralelo, se crea un escenario en el que las personas viven en armonía (más o menos) pacífica con orcos y elfos, donde lo "pacífico" es siempre relativo. En nuestro mundo existe el racismo entre el blanco y el negro, o entre latinos y asiáticos, y la película dirigida por David Ayer no deja ninguna duda en esta constante lucha.

En un presente alternativo donde los humanos, los orcos, los duendes y las hadas han coexistido desde tiempos inmemoriales, dos policías muy diferentes, el humano Ward (Will Smith) y el orco Jacoby (Joel Edgerton), se embarcan en una aventuran que alterará el futuro del mundo tal como lo conocen. Luchando con sus propias diferencias y los ataques del enemigo, se ven obligados a cooperar para proteger a una joven elfa (Lucy Fry) y a una reliquia olvidada que, en las manos equivocadas, podría destruir todo el universo.

“Bright” es también una comedia policial y recuerda en sus mejores momentos a la constelación de Nick Nolte y Eddie Murphy en “48 horas” (Walter Hill, 1982). Esto se aclara después de solo ocho minutos, cuando los dos comienzan su servicio conjunto y se superan unos a otros con comentarios sarcásticos. El humor no es fortuito, lo cual no es inusual. El guionista Max Landis (Chronicle, 2012) agregó una gran dosis de humor (especialmente negro) en su guión, pero también sumó muchos elementos fantásticos. Y para mantenerse lo más auténtico posible, los orcos incluso han desarrollado su propia personalidad, la cual llegamos a conocer y en un momento, resulta ser una discrepancia con uno de los personajes principales. Llegamos a conocer también su lenguaje, el cual es muy parecido al vocabulario vikingo, pero encaja muy bien con la apariencia marcial de las criaturas. Si miramos de cerca, incluso podemos ver publicidad y literatura Orka, lo que te da la sensación de que se han integrado a la sociedad durante siglos. Sin embargo, otros factores contribuyen a la autenticidad de este mundo paralelo. La separación de razas por ciudades les da un individual toque a sus personalidades. En el caso de maquillaje, colaboraron con Christopher Nelson, a quien Smith y Ayer ya conocen de su tiempo juntos en “Suicide Squad” (David Ayer 2016).

El problema de “Bright” es que crea un contexto social de partida muy interesante, pero solo servirá para escenificar una enésima película de entretenimiento sin verdadera ambición. Incluso la caracterización habitual del personaje Ward a través de su esposa e hija será infrautilizada, porque serán inútiles en la larga noche que su compañero y él vivirán para salvar a la mencionada elfa y al mundo.

Por parte del director, David Ayer, que ha dirigido películas como Suicide Squad (2016) y un sinnúmero de películas ambientadas detrás de la policía de Los Ángeles (End of Watch, Sabotage, Street Kings), hace lo contrario de lo que se recomienda en una escuela de cine. Aquí, las escenas de acción no se justifican por nada, excepto que son muy divertidas. El director repite su estilo desenfrenado de cámara al hombro y muestra lo que hacen los personajes desde un punto de vista del individuo.

Finalmente, incluso los enfrentamientos que enriquecerían la historia, incluso si su conclusión es predecible, tienen algo de éxito. Llegamos a sentir empatía por los personajes y su misión, y el carisma innegable que le impregna Will Smith a la mayoría de sus películas, es sin dudas un punto a favor dentro de la narrativa.

El verdadero interés de la película es, por supuesto, el personaje de Jacoby. Este no se acepta en ninguno de los dos lados (Humanos y Orcos), permite una apariencia de enfoque social y reflexión sobre nuestra relación con la alteridad en esta película de acción. “Bright”, al final, es una película que pudo ser mucho mejor. Disfruté mucho de su auténtica atmósfera y de sus secuencias de acción. Tal vez por enfocarse más en la acción, se descuida lo más atractivo, la extraordinaria relación de estos seres fantásticos dentro de un mundo, que para muchos, dice ser normal.

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.