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Critica a «Three Billboards Outside Ebbing, Missouri» (2017) de Martin McDonagh

Three Billboards Outside Ebbing, Missouri

Con su excepcional película de suspenso y humor negro "In Brujes” (2008) y "Seven Psychopaths" (2012), el director británico- irlandés Martin McDonagh se ha establecido como uno de los brillantes realizadores de esta generación. Su agudo sentido del efecto de las palabras, los gestos y las imágenes, son una rareza en el panorama cinematográfico de hoy, acompañando la construcción de sus historias con una puesta en escena elegante.

"Three Billboards Outside Ebbing, Missouri" es un drama y otra pequeña maravilla de un increíble equilibrio narrativo: El dolor profundo acompañado de un humor seco y lacónico de giros inesperados, con personajes que cambian y que sin embargo todavía permanecen estables. Todo este contraste reta al director a presentar con humor, una terrible situación donde hay un solo culpable.

La hija de Mildred Hayes, Angela, ha estado muerta durante siete meses. Fue violada y asesinada cerca de su casa en la pequeña comunidad de Ebbing, Missouri. Mildred (Frances McDormand) sigue tan dolida y enojada como el primer día, y la policía local apenas ha movido un dedo para encontrar al asesino. Ahora la afligida madre decide no soportarlo más en silencio. Alquila tres vallas publicitarias en las afueras del pueblo y deja claras críticas al sheriff Bill Willoughby (Woody Harrelson). Esto no deja de tener consecuencias y cambia la vida de muchos habitantes de Ebbing. Mientras que al hijo de Mildred, Robbie (Lucas Hedges), le gustaría olvidar el tema y lo evita, el ayudante del sheriff Jason Dixon (Sam Rockwell) se siente atacado personalmente por la acción de Mildred y comienza a planear una venganza contra ella y sus amigos. Un final trágico parece inevitable.

Muchos de los personajes encerrados en "Three Billboards Outside Ebbing, Missouri" por Martin McDonagh están tan llenos de dolor, ansiedad y culpa, así que veremos en los primeros minutos de metraje un drama triste y profundo. Pero el tiempo no transcurre en vano y con ánimos de crear tristeza, esos minutos sirven para definir a nuestros personajes, porque los personajes (la enojada madre, el Sheriff desinteresado, el policía sureño) se describen con precisión afilada. Pero esta supuesta y casi trágica claridad es engañosa, el director y escritor pone su amarga historia con pequeños momentos de humor que se oponen a la carga opresiva de los temas oscuros con una gran facilidad y tacto. Sonriendo, McDonagh muestra a su público lo equivocado que estaba con sus primeras impresiones. Y él no hace esto haciendo que sus personajes actúen de manera diferente a sus primeros esbozos, no. Él no recurre a trucos dramatúrgicos baratos, sino que simplemente escribe escenas tan buenas que los verdaderos rasgos de los personajes salen a relucir. Al final, tienes que avergonzarte de los sentimientos que, como espectador, les has dado a algunos de ellos.

Martin McDonagh siempre da el tono correcto con equilibrio narrativo, por lo que ni una sola de las chispas humorísticas parece fuera de lugar o inapropiada. Una de mis favoritas es cuando Mildred maneja a su hijo a la escuela y algunos compañeros de colegio le arrojan latas de soda, el resultado es genial. Especialmente con la respuesta de Robbie con un lacónico "Gracias, mamá". Todos hemos querido hacer eso alguna vez. Con tales detalles, McDonagh crea una cercanía especial con los personajes, y la sensación de intimidad resultante se ve reforzada por los grandes actores.

La fantástica Frances McDormand (Fargo, 1996) nos permite ver gradualmente toda la tragedia de la situación como una mujer de carácter pero destructiva. La ira fría que realmente siente, es perfectamente reflejada en su rostro, ella es cine. Woody Harrelson no es ajeno al hecho de que su personaje, presentado como un ignorante y estúpido sheriff, recibe más tarde una sabiduría conciliatoria ante un destino devastador. Sam Rockwell a su vez, revela aspectos totalmente nuevos del típico hombre sureño, con tendencias violentas, este completa el exquisito trío de protagonistas. Incluso los personajes secundarios, con solo unas pocas escenas, se sienten vivos y a su vez más complejos que muchos superhéroes taquilleros con presencia ininterrumpida en la pantalla. Peter Dinklage (Game of Thrones) es mucho más que un trágico y efímero personaje, Abbie Cornish (Limitless, Sucker Punch) como la joven esposa de Willoughby es más que una rubia tonta, y John Hawkes (Winter's Bone, The Sessions) como el ex marido de Mildred, es más que el tipo cobarde que gusta de mujeres más jóvenes.

Así como los personajes repetidamente revelan nuevos lados para sí mismos, Martin McDonagh gradualmente libera nuevas capas de su narrativa y socava hábilmente las expectativas construidas previamente. Por lo tanto, "Three Billboards Outside Ebbing, Missouri" ofrece muchos giros que no se ven venir, nos golpea y no estamos preparados para recibir el puño. La tensión no disminuye durante toda la película, hasta un final que probablemente nadie pueda imaginar al comienzo de la misma. Gracias a poderosas actuaciones y una trama fascinantemente variada, la película escenifica sin pretensiones una impresionante montaña rusa emocional que no requiere ningún truco estilístico.

THREE BILLBOARDS OUTSIDE EBBING, MISSOURI Trailer // SDiFF 2017 from San Diego Intl Film Festival on Vimeo.

 

 

 

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.