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Luis del Valle: “Actuar para cine requiere que un actor sea eficiente”

Para ser actor, no importa el medio ni el escenario, sino que tan orgánico pueda ser la interpretación en los distintos personajes y estilos que tendrá, así lo describe Luis del Valle, quien sin importar si se encuentra en teatro, televisión o cine, en Santo Domingo o Madrid, reconoce que ha sido una carrera de procesos y satisfacciones.

Su carrera de actuación inició con el grupo de Teatro de INTEC, pasó a trabajar junto a los dramaturgos Ivan García y Franklin Domínguez. Pero al llegar a España para estudiar específicamente teatro, su rumbo cambia ligeramente de dirección. “Decidí hacer artes escénicas en una escuela de cine, y ahí duro un año entrenándome con un maestro en particular que fue coach de muchos actores en Colombia para telenovelas, había trabajado y formado en New York. Era una formación más orientada en cine y televisión, sin dejar de ser y orientarse a la organicidad que tiene que tener un actor para el teatro. Pero aunque con él hacíamos teatro, teníamos mucho entrenamiento ante la cámara”. Después de esto y una oportunidad de una beca en el Instituto de Cine de Madrid para formarse en actuación para cine, encontró una luz al final del túnel que lo orientó a mejores técnicas y mayor experiencia en su carrera.

De estar tras bambalinas, pasó a estar frente a una cámara, pero todo es un proceso. “Yo comencé pasito a pasito. Como era extranjero, en un país donde hay mucha migración latina, eso limitó el rango de trabajo o el perfil que pudiese aparecer para uno como actor, en determinado personaje; pero también me permitió hacer muchos personajes mexicanos, colombianos o de latino sin estar definido de donde era... nunca hice de dominicano”. En el mismo Instituto de Cine de Madrid, le permitió conocer personas de otras áreas que lo engancharon a otros proyectos externos a la escuela. “Me recomendaban y así se fue armando esa cadena en la que uno conoce gente que te enlaza, y en la que surgen cada vez más proyectos y más oportunidades.

Gracias a la misma escuela fue que llegaron oportunidades como su presentación en la serie de televisión española Aída (2005-2014). “Un día, una directora de casting fue a la escuela, a dar un taller de formación para casting. Llamó a mi representante y me mandaron a hacer una prueba aunque sea por video desde el celular, indicándome la página y la escena del guion. Estudié mi escena, me senté en el escritorio de mi casa y cuando comencé a grabar, hice como si sabía tocar una guitarra, todo esto para el personaje de mariachi de Aída. Al día siguiente de enviarla, me llamaron diciéndome que me habían elegido y que me avisarían el día de rodaje”.

Asímismo tuvo acercamientos con directores de casting en la realización de una obra de teatro de Franklin Domínguez en Madrid. “A los directores de casting les gusta asistir a obras de teatro y es parte de su trabajo, porque allí pueden ver que están haciendo los actores, los registros y las energías que puedan dar”. Es en el teatro donde se prueba el actor y donde se encuentra solo ante el público, muy distinto a estar frente a una cámara junto a las indicaciones del director.

“Esta es una carrera de persistencia y resistencia. No ha sido de la noche a la mañana”.

El haber conocido técnicas para actuar en cine y practicado mucho en la misma escuela le dio un mejor entendimiento del escenario, pero no fue una transición difícil de asimilar. “Tiene sus diferencias: en teatro vas entrando en el personaje bajo un proceso de ensayos, mientras que el proceso en cine es más rápido, a veces sin ensayo, y tan pronto llegas al set de rodaje, te indican como será y siempre procurando no salirte del cuadro de la cámara”. Sin embargo, considera que la transición de cine a teatro puede ser mucho más difícil, “porque en cine tu hablas y te comportas a un nivel, mientras que en teatro debes proyectar la voz y tu cuerpo, y eso puede jugar en detrimento de la organicidad y expresividad del personaje, porque hay que proyectar todo”.

Después de varios años haciendo teatro, televisión y cine, los cambios son más notorios a la hora de analizar una escena e identificar que es lo que realmente pasa, cuenta o importa en una historia. “Ahora puedo entender bien cuál es el punto de vista y cuál es la esencia de la escena y el personaje. Siempre y cuando la historia esté bien escrita, eso me dará las herramientas para trabajar adecuadamente al personaje y hacer mi trabajo como actor”.

¿Y en cuánto a hacer una transición de personaje a otro? “Yo durante muchas funciones, hice un personaje drogadicto en una obra de teatro de Franklin Domínguez que se llama Drogas. Al poco tiempo tenía que hacer otro personaje, y para ese entonces tenía menos experiencia y formación, y estaba tan arraigado con ese personaje anterior que cuando entraba, a veces me sentía haciendo gestos o rasgos. Es una cuestión de estar alerta para darse cuenta y poder soltarlo”.

De todas las películas, series y obras en las que ha actuado, Aída (2005-2014) y Ovni (2017) son las que él considera que han tenido mayor influencia en su carrera. “Al día siguiente de la emisión del episodio de Aída, me llamaron para hacer otro personaje en otra serie de tv tan importante como esa. Y Ovni, para mi grata sorpresa, la película estaba todavía en las salas de cine cuando obtuvo 4 nominaciones (una de ellas a Mejor Actor de Reparto en mi papel) en el Festival de Cine de Madrid, la ciudad donde me forme y comencé”.

Llegar a Ovni fue “una lotería, gracias a las oportunidades. Participé en un video de Juan Basanta y ahí conocí a Raul Marchand, director de Ovni. La directora de casting de la película me llamó para el personaje e hice el casting unos días antes de volver a Madrid. La escena era súper sencilla, así que seguí las indicaciones y la hice. Yo pensaba que no me iban a llamar, porque no tenía porte de militar. Pero me llamaron diciéndome que había sido seleccionado”.

Si compara su experiencia en el cine español con el cine dominicano, además de los 50 años que tiene de ventaja, también está en las historias y cómo se cuentan. Es ahí donde notamos la diferencia. En la medida que nosotros mejoremos nuestras historias, guiones y personajes, habrá un mejor cine. Porque aquí tenemos casi los mismos equipos que ellos utilizan”. ¿Y en cuanto a la actuación en el cine local? “le hace falta mayor formación de actuación ante la cámara y que se siga dando mayor oportunidad ante la cámara”.

Para ser actor, no solo se trata de tener talento, también tiene que ver con la contextura física, la química con el director, los demás actores y el público. “La capacidad de poder entretener a la gente, a través de un personaje y una historia, me apasiona mucho de esta carrera. Si yo conecto bien con ese personaje, el público así también lo sentirá”.

Y si ya se ve dirigiendo alguna película en RD o en España, “sí… pero todavía no. Mis respetos para los que son directores”.

 

Más de Luis

20 créditos

Una película: Volver al futuro (1985)

Un director: Steven Spielberg

Un actor: Tom Hanks

Un genero: Comedia

Una escena: “En la película Captain Phillips (2013), cuando Tom Hanks es rescatado y lo llevan en la camilla. El hombre se desgarra llorando inconsolablemente”.

 

Próximamente lo veremos en La Otra Penélope, de Bladimir Abud.

Acerca del Autor

Inés de los Santos Almánzar

Egresada de la carrera de Comunicación Social (mención Producción Audiovisual), de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Bloggera, cinéfila, periodista y guionista en proceso. Ganadora a Mejor Directora de Fotografía en el Festival de Cine "Semana Más Corta (2015) y Mejor Campaña Educativa en el mismo festival (2014). Creadora del blog "Cinéfila en RD"