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Critica a «Wind River» (2017) de Taylor Sheridan

La pluma de Taylor Sheridan ha tenido éxito en varias ocasiones. El guionista detrás de ‘’Sicario’’ (Denis Villeneuve, 2015) y ‘’Hell or High Water’’ (David McKenzie, 2016) es un hombre práctico, aficionado a situaciones delicadas. Presentada en Cannes el año pasado, ‘’Hell of High Water’’ abordó a dos hermanos que decidieron robar varios bancos para poder pagar la hipoteca que el mismo le quería imponer a la casa de su madre. Sheridan convierte el lado del sistema de los oprimidos con un poco de estilo y apoyándose en el western. En está ocasión, viene detrás de cámara con “Wind River” (presentada en la sección ‘’Un Certain Regard’’, del festival de Cannes 2017). Con un reparto atractivo (Jeremy Renner y Elizabeth Olsen), el texano de 46 años nos lleva al frío Wyoming. Una reserva india es la escena de un misterioso asesinato, en donde Cory (Jeremy Renner) y la agente del FBI, Jane Banner (Elizabeth Olsen), llevarán a cabo la investigación.

Su primera escena comienza con rapidez: una joven corriendo en pánico por su vida de adentro en el vacío oscuro del bosque. Unos días más tarde, Cory encuentra el cuerpo: La misma mujer de dieciocho años ha sido violada y murió a causa del aire frío amargo en sus pulmones. El asunto rápidamente se considera caso de asesinato, así que aparte de la Policía de la Reserva nativa (el siempre excelente Graham Greene), se involucra el FBI. Y es allí donde conocemos a la agente Jane Banner. Ella no está familiarizada con el inhóspito clima y sigue la normativa de la reserva. Le pide a Lambert ayuda en sus investigaciones y en la búsqueda de pruebas.

La nieve, el frío y las montañas intoxican con su impactante belleza. Sin embargo, las temperaturas de congelación son intolerables (llegan a menos 20 grados en las noches) y Cory conoce el grado de peligro. Él es un rastreador que se encarga de cazar lobos para proteger el ganado. Vestido con su traje de camuflaje blanco, este personaje está fuertemente ligado a la comunidad de nativos americanos que habitan en el área. Su ex mujer es una nativa americana. Además de su trabajo, el hombre tiene una profunda tristeza: su hija mayor murió hace poco. Bajo su sombrero de vaquero, Cory es un espectador solitario de una población nativa americana aislada que ha languidecido en la violencia y las drogas.

Taylor Sheridan comparte un escenario desolador. Sin rodeos, presenta la realidad de esta sociedad. La amnesia social a la que son sometidos, es clara representación del entorno en que se encuentran. En esta parte del mundo, los sentimientos se dejan de lado y el ambiente es tan helado como las mismas extremas temperaturas.

Al principio, "Wind River" se desarrolla con cualidades similares a las dos primeras películas escritas por Taylor Sheridan. Estas presentan personajes interesantes, llenos de diálogos que conducen a algo, pues Sheridan sabe aprovechar sus palabras. La película construye una atmósfera densa increíble, inicia con una magnifica secuencia en la oscuridad (Su director de fotografía es Ben Richardson) presentando el poder de la naturaleza y de los resultados de desafiar a una agresiva madre naturaleza. Además, no sólo la buena musicalización habitual de Nick Cave y Warren Ellis suman suspenso a esta trama, sino también un protagonista que actualmente es una rareza en el cine estadounidense: a pesar del trauma personal, de tener un trabajo poco remunerado y duro, y encima de eso impávido a sus propias emociones durante la investigación, Jeremy Renner regala el mejor papel de su carrera.

Sheridan es respetuoso con su presentación de la violencia y opta por mostrar la brutalidad del crimen en Norteamérica y el dolor sin ‘’sensacionalizar’’ la adicción por las armas, incluso cuando llega a un final explosivamente violento. (Una buena lección tomada tanto de Villeneuve como de Mackenzie.) Es especialmente interesante ver una voz consistente a través de tres películas de tres directores diferentes. Mientras que los pesos pesados ​​estilísticos son las dos primeras películas, no se puede llamar a Sicario una "película de Denis Villeneuve" o Hell o High Water una "película de David Mackenzie" hasta un grado completo, ya que hay un autor a través de la trilogía que puede No se puede negar.

Sin embargo, hay un golpe que corta más profundo tanto en la dirección como en la escritura y que viene en un solo corte que produce un giro dramático inesperado y un cambio en la cronología antes del clímax. Cuando Cory finalmente rastrea a los pumas entre ellos y Jane parece estar dirigiéndose al momento de enfrentarse con el enemigo, Wind River ofrece una discordante edición que lleva al público a la noche de la muerte de Natalie. Nos hace presenciar un acto de violencia tan terrible que el estallido que sigue después no se registra con la misma impresión. Wind River golpea su marca haciendo que la audiencia experimente el infierno que las muchachas como Natalie aguantan en las manos de hombres violentos, y la sensación intensa de la pérdida de sus familias se sienten en su estela.

La película no está exenta de problemas, pero al menos es comprensible que Sheridan decide contar su historia de nativos americanos con dos protagonistas blancos. Asumimos que quiere presentar una perspectiva desde fuera, dándole sentido también con su impactante desenlace.

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.