Críticas de Cine y Artículos

Las cifras económicas de Star Wars

Cuando Star Wars era un embrión en forma de escritos y esquemas, nadie daba un centavo por ella. George Lucas se tomó un par de años íntegros para escribir el guion del episodio IV, inspirado por El Planeta de los Simios y el cómic Flash Gordon. Varios estudios rechazaron su propuesta, nadie veía el atractivo en una historia de guerras galácticas que se iba complicando cada vez más. El propio Lucas, tras varias revisiones y reformulaciones de guion y de la propia historia, acabó arriesgando con tal de ver su historia llevada al cine. Únicamente Twentieth Century Fox accedió a su producción, pero a cambio de que Lucas renunciase al salario que le hubiese correspondido como director. Él, en contraprestación, se llevaría el 40% de los beneficios de taquilla y todos los derechos de merchandising. Así de seguro estaba Lucas de que su historia se transformaría en un éxito. Y así de insegura estaba la industria de que aquello fuese posible.

De hecho, Star Wars: A New Hope, tras un primer fin de semana flojísimo en taquilla, poco a poco fue beneficiándose del boca a boca entre quienes la vieron y acabó siendo uno de los mayores taquillazos de la historia. 40 años después, aquel film ha desembocado en un fenómeno de masas que no conoce la muerte ni el agotamiento.

Episodio IV, un éxito irreplicable

Los comienzos de A New Hope en cartelera tras su estreno en 1977 no fueron halagüeños, fue necesario el paso de varias semanas hasta que se comenzó a perder la losa del fracaso. Lo curioso es que el episodio IV ha sido, de todas las películas de Star Wars (contando los siete episodios y Rogue One), la que peor fin de semana del estreno ha tenido, pero la que mayor recaudación ha logrado, de lejos. Y por supuesto, ajustando los datos a la inflación.

También resulta curioso que cada película ha mejorado la recaudación del fin de semana del estreno respecto a la anterior, con una excepción en las ocho entregas: episodio VII, cuyo debut fue arrollador y rompe la tendencia ligeramente. Sin él, Rogue One también hubiese continuado con dicha tendencia, confirmando a su vez que los ciclos son cada vez más cortos, ya que por la tendencia generalizada de la taquilla es a la baja.

A medida que se fue completando la trilogía original (1977-1983), la recaudación se fue desinflando. Algo similar a lo que ocurrió con la segunda trilogía (1999-2005), que debutó con fuerza, sensiblemente menor a la de la original, pero con fuerza al fin y al cabo, y ya no pudo mantener el listón. Únicamente el episodio VII (2015) fue capaz de despegar acercándose algo más al taquillazo de la primera. Y de hecho, es la única película de toda la saga que se ha convertido en rentable en tan solo su primer fin de semana en los cines, superando en cinco millones la recaudación necesaria para alcanzar los doscientos que había presupuestados.

Imagen: Kevin Winter.

Los presupuestos han seguido el camino inverso a la recaudación: no han dejado de subir y subir, también ajustando las cifras a la inflación. Explicado principalmente por los ingentes recursos que requiere continuar innovando y perfeccionando los efectos especiales, el esfuerzo se ha multiplicado por cuatro desde la primera trilogía hasta el comienzo de la tercera, a falta de conocer cómo evolucionará para los episodios VIII y IX.

Resultado: las películas de Star Wars son cada vez menos rentables en términos relativos, aunque no tanto en absolutos. Explicación: originalmente, las inversiones en la producción de cada película eran menores, y el retorno mucho mayor, gracias sobre todo al poso que dejó episodio IV. Las entregas posteriores dejaron una notable tendencia a la baja, donde lo más relevante es el ligero repunte que supuso episodio VII. También hay que contar con el factor cronológico, y el contexto de cada época. Hoy en día hay una competencia mucho mayor y más dura que hace cuarenta años.

¿Y qué dice la crítica de cada película? Una vez más, lo irreplicable del éxito de episodio IV va más allá de la taquilla, también alcanza a la crítica. Las buenas puntuaciones de los episodios IV y V se hundieron en la última entrega de la primera trilogía y las dos primeras de la segunda. De todas formas, igual que la competencia en la industria ha ido cambiando con el paso de los lustros, la crítica también es más exigente.

En la siguiente gráfica de cuatro cuadrantes se ve perfectamente la evolución de la relación entre crítica y taquilla. En un mundo completamente justo y racional, las películas solo podrían situarse en la línea imaginaria que cruza en diagonal desde la esquina inferior izquierda hasta la superior derecha. Fácil: a mejor crítica, mayor recaudación. Al menos, tomando como referencias la "peor" y la "mejor" película de la saga. Pero el mundo no funciona exactamente así.

El episodio I, posiblemente fruto del hype por el retorno de la saga a los cines más de tres lustros después, es quien sufre una desviación más evidente: aunque de las ocho películas es la peor valorada (y con razón), es la cuarta en recaudación. Rogue One y el episodio III son también quienes se quedan más atrás en taquilla respecto a la crítica profesional agregada. Y una vez más, esta gráfica muestra lo anormal de episodio IV y su éxito arrollador, y el repunte generalizado que supuso episodio VII.

Los actores

Algunos actores han hecho de la franquicia Star Wars el pilar de su carrera hasta el punto de que si agregamos la recaudación de todas las películas en las que han trabajado durante la misma, las de la saga Star Wars supone valores cercanos al 100%. Mayoritariamente ocurre con actores cuyo rostro no es reconocible para el gran público por haber participado en la franquicia interpretando a personajes que no eran humanos, sino introduciéndose en el interior de sus disfraces: Peter Mayhew, Ahmed Best, Kenny Baker y David Prowse son los cuatro primeros en este ranking. Interpretaron a Chewbacca, Jar Jar Binks, R2D2 y Darth Vader, respectivamente.

Esta gráfica suele coincidir bastante con la de actores cuyas apariciones en la saga acumulan mayor recaudación. Algunos quedan fuera de la primera, como Warwick Davis, que debutó en Star Wars para interpretar a Wicket cuando todavía era un preadolescente y ha sabido rentabilizar su escaso metro de estatura con apariciones en un buen número de filmes. Por ejemplo, fue también quien dio vida al profesor Flitwick en Harry Potter (donde también interpretó al banquero de Gringotts o a Griphook), y también ha formado parte del reparto de Ray, Las Crónicas de Narnia, Willow o la saga Leprechaun. Una filmografía que le permite salir de esa gráfica anterior: la saga Star Wars apenas le supone un tercio de su carrera con este baremo.

Davis es de hecho el segundo en otro ranking, el de actores de Star Wars que más dinero acumulado tienen recaudado en su filmografía, contando únicamente a quienes han participado en dos o más películas de la saga. El primero es Samuel L. Jackson, por encima incluso de Harrison Ford y el propio Davis. Mace Windu ha tenido una larguísima y próspera carrera en el cine, así como en la televisión.

Y de hecho, Star Wars no es especialmente significativa en esa carrera, ya que ha sido realmente dilatada y próspera. Estos son los actores que han logrado una mayor recaudación en las películas en las que han participado, si no contamos a las de la franquicia de George Lucas. Samuel L. Jackson repite liderato.

Trivia

Uno de los personajes más reconocibles de Star Wars es Yoda, y uno de los rasgos de identidad más característicos del gran maestro de la Orden Jedi es su forma de hablar: con su sintaxis irregular, suele desordenar las perífrasis o introducir el sujeto en medio del predicado. Lo cierto es que al principio de los tiempos, en su primera aparición en el episodio V, Yoda solía hablar de una forma bastante estándar. Aquella peculiaridad, que era eventual, gustó y se convirtió en parte del ADN de Yoda hasta el punto de que los períodos de habla normal se redujeron a anécdota en el episodio III.

Otra aspecto llamativo que no se hace evidente hasta que no se tienen delante los datos es la malísima puntería de los stormtroopers. Aunque teóricamente son soldados con una altísima habilidad en el manejo de sus fusiles bláster y una gran puntería al dispararlos, las escenas de huidas, detenciones, batallas o tiroteos se han saldado con cifras que dejan en muy mal lugar a esa habilidad. Apenas un 4% de porcentaje de aciertos en el objetivo.

Esta paupérrima cifra no es exclusiva de los stormtroopers: todos los villanos de la saga Star Wars tienen porcentajes de acierto muy bajos. La rebelión de hecho es bastante más precisa a la hora de disparar. Y aunque hay teorías sobre lo que ocurrió fuera de pantalla con Boba Fett, su precisión a tenor de lo visto durante las películas es del 0%, como la de Greedo.

Fuente: Hipertextual

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.