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Crónica Cannes 2017: Marcela Said «Yo no escribo de héroes, como Hollywood. Las heroínas no son reales»

La cineasta chilena Marcela Said regresó en 2017 a Cannes para presentar su segundo largometraje de ficción, Los Perros. La película relata la historia de una mujer de 42 años, Mariana (Antonia Zegers), perteneciente a la burguesía chilena cómplice de la dictadura. Menospreciada por su padre y su marido, Mariana inicia una relación con su profesor de equitación, un antiguo miembro de la DINA.

En esta historia se abordan distintos temas: el machismo presente en la sociedad chilena, pero también la impunidad en la que viven cientos de represores y cómplices de la dictadura militar. Marcela Said quien escribió y dirigió esta película, se inspiró de una vivencia personal en la que conoció a Juan Morales Salgado, el ex jefe de un centro de represión donde desaparecieron cientos de personas. Durante una mesa redonda, tuve la oportunidad de conversar brevemente con ella.

¿Cómo ha sido la reacción del público luego del estreno de “Los Perros”? ya que es una película que retrata de una forma diferente la pasada dictadura chilena.

Al público le ha gustado. Acabo de estar con mujeres alemanas, que tienen otra concepción de lo que debe hacer una mujer. Me dijeron que les impresionó como esta mujer siempre quiere sortearse y abrirse caminos por sí sola. Y me llamó la atención cómo mujeres de otro continente entendieron lo que realmente quise construir. Para mí, Mariana es un personaje que navega, tal vez de una manera extraña, sortea con obstáculo. Coquetea y en el fondo encuentra acogida en los brazos del personaje menos esperado que es el Coronel, que a propósito, lo quise crear de esta manera tan encantadora y que desestabiliza a mucha gente, más a los chilenos.

Algo que me llama la atención es las herramientas de tu personaje principal para conseguir lo que quiere. En nuestra cultura latina, no es algo que se vea muy a menudo sin caer en el juicio de valores. ¿Cómo cuidaste tu esto? ¿Te importaba lo que el espectador pensara?

Es que ese es precisamente uno de los problemas de género que tenemos. Mi próxima película va a hablar acerca de la violencia intrafamiliar, la machista. Contará la historia de esta mujer que fue violada por un hombre, y luego sale libre, mientras que los comentarios de las personas eran “que buscaba esta chica saliendo a las 5am de una discoteca”; o como a Nabila Rifo, a quien le sacaron los ojos y la gente decía “usted se lo buscó porque tenía una vida sexual disipada”. En el retrato de Mariana hay una voluntad de insolencia y ella se comporta otorgándose esta libertad. Ella esta liberándose como puede, mas no como quiere, es un personaje complejo y ambiguo, así lo hablé con Andrea. Le di la oportunidad a Mariana de dudar. Vivimos en duda constante.

Hubo un vendedor que me recomendó otro final para mi película, por cuestiones de ventas y aceptación, y yo dudé durante el montaje de la película, lo pensé y lo conversé con mi productor. Pero no, mi película la escribí con un norte y propósito desde un inicio. Yo quería que el personaje hiciera todo esto que hace, sin remordimiento alguno. Yo no escribo de héroes, como Hollywood. Las heroínas no son reales.

¿Cómo creaste el personaje del coronel? ¿Cómo consigues hacerlo simpático al público conociendo su pasado?

Esas son las ventajas que te da el cine. Y con las ganas personales de hablar de humanidad, todos somos capaces de lo mejor y de lo peor. Un ejemplo de esto es el experimento de Stanford. La barbarie está en nosotros. Tres días de hambre nos llevará a matar a alguien. No me gustan las cosas políticamente correctas, la realidad es más compleja. Pero volviendo al coronel, este personaje nace de un documental que se llama “El Mozito”, el verdadero personaje sale en esta película. El es víctima y victimario, allí entendí que si este personaje hubiera tenido un trabajo diferente, hubiera sido otra persona. El era menor de edad cuando comenzó a cubrir asesinatos y obviamente esto influye. ¿Qué hubiera pasado si este personaje llega a trabajar a un centro de caridad? Su destino hubiera sido otro. El coronel de donde me influencié para este personaje es un militar que está esperando ser procesado, y yo tomaba clases de equitación, y al conocerlo y ver que él era profesor, me fui a tomar clases con él por dos años. Y en este encuentro personal, no puedo decir que fuimos amigos. Fue un tipo que estaba solo, abandonado por su familia. Lo que más me sorprendió fue la reacción de mis amigas burguesas que me reprochaban “¿cómo es posible que estés tomando clases con ese criminal?” y les respondía ‘’Como tú, que tu padre fue ministro de Pinochet y me juzgas’’. Allá en chile hay muchos civiles que se lavaron las manos, que se hicieron ricos durante la dictadura y andan libres como si nada mientras sabían lo que pasaba. Ese fue mi reto, jugar con los matices. El personaje del coronel podía ser encantador, al igual que el padre de ella, pero al padre quien participó tanto como el militar, nunca le va a pasar nada porque él está por encima de la ley.

Cuando retratas a la burguesía chilena, no los haces ni buenos ni villanos, ¿Cómo te cuidaste al crear dicha atmósfera?

Yo presento todo desde el exterior, todo ocurre dentro de una familia burguesa chilena de derecha. Cuando yo escribo un personaje no me gusta escribir caricaturas. El dinero no limita que tan inteligente o capaz vas a ser, todos tenemos los mismos monstruos y conflictos, así que no quería presentarlos como los villanos. Lo más difícil fue traer el pasado sin remordimientos, ¿cómo hablamos de impunidad sin mostrar el lado malvado? Por eso el guion cambió mucho, y antes el personaje del policía era un periodista. Y gracias a este cambio pude incluir una escena que para mí es importante, la escena de la ‘’funa’’ (una manifestación), que presenta como el pasado irrumpe en el presenta y como estos le gritan al personaje por su pasado. Esta fue la forma mía de traer la victima frente al torturador y viceversa. Allí es que vemos cómo a este carismático personaje, vienen a pedirle cuentas por lo que había hecho. Lo que quise probar ante el espectador es que somos capaces de simpatizar frente a la maldad.

¿Te gusta aun montar a caballo?

Luego que el coronel fue a la cárcel, seguí tomando clases con su hijo. Amo montar a caballo, tuve varios accidentes (como el personaje de Mariana). Disfruto el mundo de los caballos. Es un lugar donde debes aprender a confiar en el otro. Amo la equitación, hay algo muy sensual detrás de este deporte, algo muy animal, y volviendo al tema de la mujer, a no tenerle miedo a la utilización del cuerpo, a no tenerle miedo a hacer lo que te gusta.

¿No crees que haya una saturación del cine chileno con el tema de Pinochet?

Es que estamos post dictadura, es apenas 2017, y yo no veo el tema de Pinochet en mi película, veo que hay un amor, veo que es una historia real. Aunque para mi es no es gratuito el tema, es necesario. No lo uso porque es un tema que puede vender, esto fue de mi experiencia personal, fue mi encuentro con una persona que trabajó en la dictadura. Yo crecí en dictadura, yo salía del liceo UNO, había una cárcel de presos políticos justo en frente de mi casa. Vi muchas personas reclamando liberación, mi padre apoyaba a Pinochet, mi madre no lo apoyaba y ahí mismo teníamos familia dividida. Entonces crecí con política hasta los diecisiete años. En mi próxima película no hablo de política, pero sí de feminicidios, que también podría resultar ser político.

¿Confías en la capacidad del cine?

Confío en él para visibilizar la violencia, para contar historias. Lo que me gusta del cine documental es traspasar límites. Puedo dejar caer un elefante en medio de mi historia y decir que es algo surrealista. La ficción permite esto. Mientras escribía me decían que es muy complejo, muchos me comentaban que mi personaje es difícil, a lo que le respondí, “¿se supone que la haga fresita?”. Yo no hago un producto, esto se llama cine de autor porque lo escribí yo, está financiado de otra manera y eso me da cierta libertad creativa.

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.