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Critica a «Split» (2017) de M. Night Shyamalan

M. Night Shyamalan, es un nombre que se ha colocado en dos extremos opuestos. Por un lado, tenemos a un galardonado director a quien el público vio como un mesías en una época donde la industria estaba en crisis gracias a sus primeras películas. Por el otro lado del espectro, hay espectadores que ven a M. Night Shyamalan como un director que vio pasar sus mejores años y ya no tenía vuelta atrás. Con él, no hay grises, con un estilo marcado, donde gusta de impresionar a su espectador, el director Hindú ha sabido dejar una huella en Hollywood.

La premisa de Split presenta a Kevin Wendell Crumb (James McAvoy), un individuo que tiene la capacidad de albergar veintitrés personalidades diferentes. Todas tienen cierta participación en su vida cotidiana. Su vida funciona sin problemas, hasta que una de las personalidades se rebela y toma el control sobre los demás. Casey (Anya Taylor Alegría), Claire (Haley Lu Richardson) y Martha (Jessica Sula) son secuestradas por Kevin. Estas tratarán de escapar de este encierro antes de que una amenazante nueva personalidad aparezca. Kevin es seguido muy de cerca por la Dra. Karen Fletcher (Betty Buckley), que desconoce la intención de éste pero que poco a poco irá descubriendo el tele-arácnido plan de otra de las personalidades que habita en el.

La idea en su inicio parecía algo ingenua, en la presentación de un hombre que posee a veintitrés individuos dentro de si, sin embargo, en los primeros minutos, "Split" se centrará en la explicación de las principales personalidades: cómo piensan y cómo actúan, creándole cierta plataforma al espectador, la cual será explicada mientras la película avanza. Donde algunos directores y escritores habrían provocado la locura de Kevin como un elemento de terror o parodia, Shyamalan logró hacerla no solo perturbadora, sino también natural y agradable.

El ingenio de Split es manipularnos de alguna forma para presenciar la aparición de una nueva personalidad. Este evento es probablemente el mayor suspenso de la obra que se las arregla para agitar nuestra curiosidad, hasta que el hecho ocurre. Entonces, incluso de forma inverosímil, M. Night Shyamalan trae gradual y lógicamente lo que sucederá con el personaje principal, pero la presentación que ocurre con su vigésima cuarta personalidad (Llamada "La Bestia") es lo que muestra el concepto del escritor. La enfermedad mental Kevin es entonces un elemento sobrenatural, no un elemento realista, hecho que tendrá su explicación al final. Por otra parte, el tercer acto de la obra tiene sus buenos momentos con “La Bestia”, siendo el más destacado el enfrentamiento final en el que Casey utilizará sus armas para hacer frente a este abrumador ente.

En cuanto a la parte técnica, M. Night Shyamalan se supera a sí mismo y toma ciertos riesgos como director. Ofrece unos sofisticados y cuidadosos planos en movimiento, secuencias necesarias para meter al publico de lleno en las situaciones presentadas. El director utiliza adecuadamente los entornos de hacinamiento para darle cierta atmósfera a lo que ocurre en la mente de su personaje principal. Mike Gioulakis proporciona una dirección fotográfica oscura, mate y deprimida, que combina perfectamente con el estilo de la obra, al tiempo que ofrece colores brillantes durante los flashbacks que funcionan de maravilla. Dylan West Thordson proporciona una banda sonora estresante con notas estridentes que funcionan perfectamente.

Shyamalan se basa en los síntomas de desdoblamiento de la personalidad del clásico "Psicosis" (1960). Incluso mostró lo que puede ser el aumento de la tensión como producto de la imprevisibilidad de estos trastornos. Pero Shyamalan también saca provecho a otras cosas. Despierta compasión por los enfermos en las conversaciones de Kevin con la Dra. Fletcher, no siempre presenta al personaje (ni a ninguna de sus subsiguientes personalidades) de una forma morbosa e incluso de una manera previsible.

Al final, la mezcla de psicodrama y película de suspenso, puede confundir, pero ésta, en su desarrollo final, se inclina por completo hacia el horror. Apoyado en gran medida por el  extraordinario talento de James McAvoy, quien con modulaciones de voz, gestos y manierismos, crea diversos personajes que caen en armonía perfecta con el propósito del director. Aunque por momentos el ya conocido estilo del director podría predisponer a su audiencia, “Split” funciona como un todo.

 

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.