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Critica «The Magnificent Seven» (2016) de Antoine Fuqua

Dirigida por Antoine Fuqua (Training Day) y un gran elenco, el clásico Los siete magníficos obtiene su primer remake, con un tono más violento, una preciosa fotografía y una banda sonora magnificent-seven-2016-washington-prattque mantiene las tradiciones occidentales de América, despertando una sensación nostálgica.

Los remakes pueden ser emocionantes o frustrantes. Con el aumento de este tipo de producción, las películas ya han sido "concebidas" en el medio de la controversia. La mayoría de las veces, son calcos de la original con poco espacio para la creación, por lo que son la línea delgada entre ser fiel a la original y lo que se clasifica como prescindible u oportunista, esta última, tal vez con miedo a proponer algo nuevo con el riesgo de echar a perder la historia, o en fin, hacer algo diferente con cierta relevancia.

En esta “nueva” aventura de los siete magníficos, la historia no es nada complicada, ya que, a excepción de algunos cambios en el guion y los personajes, la historia es básicamente la misma que la película de John Sturges en 1968. Los agricultores de un pequeño pueblo son explotados y amenazados por matones y asesinos dirigidos por Bartholomew Bogue (Peter Sarsgaard). Ellos (el pueblo) tendrán tres semanas para aceptar la irrisoria oferta para comprar sus tierras, sino sufrirán las consecuencias.

Así que Emma Cullen (Haley Bennett) es la mujer que toma las riendas de ese problema y de la búsqueda de ayuda, reemplazando el lugar de los hombres en la película original. En un pueblo cercano esta Sam Chisolm (Denzel Washington), un cazador de recompensas, al cual Emma pide sus servicios para defender su pueblo. Sam acepta la propuesta con cierta reticencia, y decide armar un equipo de pistoleros, enemigos y mercenarios. Acompañando a Denzel Washington (también protagonizo el remake de “The Equilizer” con el mismo director), en la piel del líder calculador con  una cierta nobleza está Chris Pratt, siempre identificable en el papel del chico malo/gracioso, Ethan Hawke como un veterano de guerra con cierto trauma, acompañado de un lanzador de cuchillos interpretado por Lee Byun-Hung (coreano que adoro por su película “I saw the devil”). No vamos a dejar de mencionar a Vincent D'Onofrio, como un excéntrico cazador de indios y los menos conocidos nombres como son Manuel García-Rulfo (que caracteriza a un mexicano fuera de la ley) y Martin Sensmeier (un indio exiliado de su tribu). El gran mérito de estos siete hombres y la película está en las secuencias de acción y la acertada química en pantalla que presentan, la camarería es ciertamente notable. Dicha acción es gratamente acompañada por un acertado diseño de vestuario, una muy buena fotografía de Mauro Fiore (Avatar, Training Day), quien aprovecha los primeros planos, haciendo claro homenaje a las películas de Sergio Leone (específicamente al clásico Érase una vez en el Oeste). La banda sonora ambienta y crea ese sentimiento western necesario en la historia, departamento que maneja el veterano James Horner. Estos dos últimos departamentos se fusionan de una manera extraordinaria durante la última secuencia con una impresionante lluvia de balas. La película no sólo hace disparos y explosiones, sino que también crea una tensión constante en el que el público no sabe quién será el primero en apretar el gatillo en cada uno de los duelos.

Denzel Washington y Chris Pratt obtienen mayores aspectos no sólo por los disparos que ejecutan, sino también por los entretenidos diálogos entre ellos. Ethan Hawke como Goodnight Robicheaux es quizás el personaje más profundo, un tirador de precisión con graves problemas de confianza y repulsión a la violencia. Byung-Hun Lee emplaza buenas escenas de acción con cuchillos y Vincent D'Onofrio es Jack Horne, el cazador de indios excéntrico que en medio de la masacre siempre invoca el nombre de Dios. El punto débil en el reparto y la película puede ser el villano, interpretado por Peter Sarsgaard, quien por cierto tiene un buen primer aspecto, pero insiste en la misma expresión de desprecio y frialdad que al final se siente sobreactuado y repetitivo.

Acreditaremos a este avatar contemporáneo de una especie ya casi desaparecida, El western (Único género cinematográfico creado para el cine) fue visto en baja desde los años 70, su propensión para volver a conectar con un poco de la violencia propia de los viejos western, incluyendo espaguetis, o las películas de Sam Peckinpah, es notable. Fuqua hace un claro intento de llevar un aire fresco al entrañable género.  Desde luego, está lejos del crudo salvajismo y la poesía de películas como “Wild Bunch” o “The Good, the Bad and the Ugly”, pero aun así presenta la imagen de un lejano Oeste sucio y lejos de glamour de otras películas Hollywoodenses modernas. Todo esto acompañados de buenas escenas de acción sin caer en el libertinaje de hemoglobina, pero con un aprecio de la violencia. Las balas y explosiones están, y los impactos se hacen sentir.

Lejos de ser una película esencial, esta nueva versión no está exenta de un cierto absurdo contemporáneo. Tan pronto como cesen las explosiones, el defecto principal de la película se desarrolla y el ritmo lento acentúa algunos puntos débiles. La alternancia entre escenas y algunos largos e innecesario diálogos, la mayoría de estos creados por el personaje de Chris Pratt, muestran cierta desesperación de notoriedad, la misma que le es dada en la secuencia final, agregando momentos sistemáticos y predecibles hasta el punto de redundancia, sumando lo pobre del villano, sobran dentro de la construcción narrativa. Algunas motivaciones son a veces borrosa y la terquedad narrativa se impone (como es el caso del veterano de la Guerra Civil, interpretado por Ethan Hawke). ¿Sería entonces “The Magnificent Seven” el entretenimiento ideal de acuerdo a lo que propone? En realidad no, ya que ella no está en el trasfondo social en la película de 1960 y encuentra su verdadera fuerza, ya que el director también dispara metafóricamente alguna forma de capitalismo salvaje.

La película funciona, no me mal entiendan, tiene todo lo que el público adora: estrellas de cine, grandes secuencias de acción, comedia, muchos disparos, una mujer hermosa y un nombre conocido, pero ¿qué tiene de interesante caminar lo conocido?

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.