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Crítica a «La Familia Reyna» (2015) de Tito Rodriguez

Una de las cosas que adolece la industria del cine dominicano es la de tener historias interesantes, sumándole al FAMILIA-REYNA-CARTEL-9FUNGLODE-1-e1447158952423nicho narrativo historias que no son novedosas, o al menos, no son contadas desde una perspectiva interesante. “La Familia Reyna” es el tipo de películas que rompen el molde.

Pero ¿qué hace interesante a “La Familia Reyna”? Su historia. Dicha historia puede parecer simple, pero cuando se analiza más allá de lo que cuenta, descubrimos varios porqués.

La película es una clara adaptación de una conocida parábola cristiana, ‘’el hijo pródigo’’ (Lucas 15:11-32), a pesar de que Jesús comienza su historia diciendo que ′un hombre tenía dos hijos′. El relato trata de hechos tanto del hijo mayor, como del menor. La parábola se podría llamar “ los dos hijos perdidos”, sino fuera porque el verdadero protagonista es un Padre. Pero en la versión de Carlos Quezada (Guionista y actor), la protagonista es la madre. Ya sea porque Quezada se siente más identificado con su madre o porque simplemente quiso darle un giro a la historia (ambas son válidas), es lo que más me llama la atención.

Como explicaba, la historia bien podría parecer un conflicto entre hermanos, donde todo el que está de por medio sufrirá las consecuencias de estos. En realidad, Quezada solo utiliza la idea de la parábola para escribir su guión.

Isaac (Danilo Reynoso) e Ismael (David Mahler) son hermanos, hijos de Don Abraham (Cuquin Victoria) y Doña Sarah (Adalgiza Pantaleón). Dicha familia vive en Constanza, pueblo ubicado al norte de Santo Domingo, en donde se dedican a la agricultura. Isaac es muy diferente a Ismael; Isaac es disciplinado y trabajador, Ismael prefiere las fiestas, mal gastar dinero y desafiar constantemente la figura paterna. Este último, luego de una fuerte discusión con Don Abraham, decide irse de la casa, Mientras sigue con su vida de excesos, Isaac se queda en su casa, ayudando a su familia y a la vez formando la de él. El tiempo pasa y por vientos inesperados, los hermanos se reencuentran.

Nótese, la pequeña diferencia entre la parábola mencionada y esta historia. En la parábola, el más joven es el que se va, mientras el mayor se queda y por motivos que no revelaré, la figura importante no es el padre, es Dona Sarah, la madre.

Dona Sarah es el punto medio en la historia, es la que siempre debe velar por los intereses de la familia, y aunque pareciera que toma bandos, la doña sabe lo que hace.

Pero doña Sarah no viene sola, viene de la mano de una soberbia actuación. Adalgiza Pantaleón presenta, una de las más interesantes e impecables actuaciones del cine dominicano, haciéndose valer cada minuto que tiene en pantalla, y sin proponérselo, opacando a quien sea que la acompañe en dicha escena.

Adalgiza no es la única que marca diferencias en la historia, ya que su novel director, Tito Rodríguez, debuta como todo un experimentado. Con conocimientos cinematográficos precisos, una muy buena narrativa y un gran manejo de actores, se confirma el talento del director de “Papa está en el cielo” (Cortometraje).

David Maler, Danilo Reynoso, Cuquin Victoria y un refrescante Carasaf Sánchez, no pueden ser obviados. David es tal vez el que sufre la transformación física más marcada de la historia, sin descuidar la coherencia de su personaje. Danilo mantiene firme a Isaac aunque con momentos de teatralidad funciona. Cuquin Victoria, que a mi entender su faceta dramática es tan extraordinaria como la faceta de humorista, imprime carácter y respeto como el padre que exige disciplina.

El guion de Carlos Quezada regala muy buenos diálogos, pero que tal vez con un exceso de buena voluntad narrativa y una común necesidad de darle un final feliz a su historia, olvida la lógica en sus personajes y narración, no por casualidad todos tienen nombres religiosos.

Sin lugar a dudas, lo mas incómodo de la película es su pobre musicalización. La misma melodía en los mismos momentos para los mismos personajes reflejan, o poco esfuerzo o poco presupuesto, ambas injustificadas.

“La familia Reyna” es un muy buen resultado como obra cinematográfica, con claros momentos de pesadez dramática, pero rescatados por pinceladas de humor y muy buenas situaciones, pero sin lugar a dudas, una película llena de talento joven, refrescante y con futuro. Aquí sí está el verdadero rostro joven del cine local, las caras nuevas no pecan de repetirse, una y otra vez.

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.