En la fase final de la guerra de los Balcanes, en 1995, un cadáver ha aparecido en un pozo, causando contaminación en el agua. Un equipo de trabajadores humanitarios es enviados a limpiar el 
pozo y sacar el cadáver, para así proporcionar agua potable a los habitantes de la zona.
Roguish Mambrú ( Benicio del Toro ) dirige este equipo que se enfrenta al problema de no tener una cuerda para sacar al cadáver del pozo, pero en la búsqueda de dicha cuerda van descubriendo la estúpida burocracia de paz de la ONU. Aquellos grupos que producen armas, que no han aceptado el acuerdo de paz, también dan vueltas por sabotear el proceso de limpiar el pozo. Una simple tarea de sacar un cuerpo muerto de un pozo se convierte en una lucha absurda contra la inercia de la posguerra que rige las almas de la zona.
Desde la primera escena el director Fernando León de Aranoa , dirigiendo su primera película en idioma Inglés , nos presenta sus personajes y sus conflictos personales. Mambrú es el líder, con un estado de paz constante, evitando a toda costa la confrontación. B (Tim Robbins) es el payaso y experimentado del grupo, apoyando básicamente su personaje en ser el cuenta chistes y el que debe de caer bien a todo el mundo. Luego está la chica Bond (Olga Kurylenko) como Katya, una defensora de la ONU que ha tenido un intrascendente ( a la historia ) romance con Mambrú. Melanie Thierry interpretar a Sophie, una novata que añade un toque de ingenuidad agradable a la narrativa .
Es, sin embargo, el papel de Eldar Restovic como Nikola que da a la película una interesante conexión. Nikola es un joven víctima de la guerra, que fue" adoptado " solo por un día por Mambrú. A medida que trabajan en la solución de su dilema en el pozo del pueblo, este niño se roba al instante los corazones de todos, pero se gana lo más importante, a la audiencia.
Lo más interesante de la cinta es la presentación de los conflictos post guerras con gracias y toques tenebrosos de humor. La situación del pozo, la búsqueda de las sogas y la lucha constante de no saber donde hay minas, son solo excusas del director y guionista Aranoa (Princesas, Los Lunes al Sol) para llegar al público. Así como lo hizo en “Los Lunes al Sol”, demuestra que su herramienta principal es el humor, sin importar la situación que estés.
Con una puesta en escena creada para agradar al público mediante un conflicto conocido, “Un día perfecto” funciona como cine social, pero quedándose algo corto como obra cinematográfica. Tal vez, al final, lo que funcione sea contar la historia bonita con uno que otro trasfondo peligroso.
