Noticias de Cine

Las mejores peliculas del Festival de Cannes 2015

1. MOUNTAINS MAY DEPART (Sección Oficial)

En «Mountains may Depart» viajamos desde 1999 hasta 2025, concretamente desde China a Australia, y lo hacemos al compás del Go West de Pet Shop Boys, teniendo incluso su momento de gloria la aparición de Ricky Rubio. Partiendo el relato en tres épocas distintas que van desde 1999 hasta 2015, mutando el formato de imagen en tres escalas diferentes (1:33, 1:85 y 2:39), así como variando su tono y textura según el segmento que estas recorren, se revela la coherencia discursiva que «Mountains May Depart» aplica, tanto desde su fondo como desde su forma (desde el empleo de una saturada paleta de colores en el primer acto a unos tonos mucho más apaisados y opacos en su segundo y tercer acto) bajo el objetivo de la inseparable mano derecha de Jia Zhang-Ke, que no es otro que su eterno director de fotografía, Nelson Yu Lik-wai.  Y estas son tan solo algunas de las innumerables virtudes por las que brilla con luz propia lo nuevo de Jia Zhang-Ke, que tiene además el descaro de pasar de la comedia hilarante al drama romántico y familiar sin apenas pestañear, apoyándose de forma tan irónicamente inspirada como irresistiblemente audaz en el Go West de los Pet Shop Boys, poniendo el dedo de lleno en la llaga y denunciando de forma tan sutil como simpática los males provocados por la monstruosa occidentalización de China. Y para acabar, la que probablemente sea la mejor escena final de todo el festival (o incluso del año). Y es que, lo que ya nos advirtiera Jim Jarmusch hace apenas dos años, Jia Zhang-Ke nos lo ha confirmado hoy: estamos en un mundo tan depravadamente degradado en el el que solo los amantes (y amorosos) sobreviven. Pura emoción, absoluta diversión, para una extraordinaria mirada, tan enamoradiza como desatada, que sin duda era digna de encumbrarse en el palmarés final.

 

 

2. THE ASSASSIN (Mejor Director – Hou Hsiao-Hsien)

Hou Hsiao-Hsien eleva a una nueva dimensión no solo el empleo del digital, sino la esencia del cine. Probablemente estemos ante la película definitiva del wuxia, lo que sobradamente significa un momento mítico, un punto de inflexión en la historia del cine, y no solo oriental, sino más bien mundial. La experiencia de visionado de «The Assassin» solo es comparable a un permanente estado de absoluta embriagación, de orgiástico placer. Y para ello, antepone sin miramiento alguno la propuesta formal al nucleo narrativo, el carácter estético al desarrollo del argumento, elevando así a una nueva y estratosférica dimensión el empleo del digital, un formato que en este ejemplar caso, adquiere una textura de imagen inauditamente pulcra, que se siente tan potencialmente palpable como cautivadoramente envolvente. Con «The Assassin» Hou Hsiao-Hsien consigue lo que ningún empleo del 3D ha llegado nunca a lograr: hacer sentir al espectador que literalmente seamos parte del plano, que de forma incorpórea levitemos y nos suspendamos sobre él. Y lo hace a base de profundizar en una extremadamente nítida definición de la imagen y una inaudita saturación del color, sustentándose en la destilación de la acción, que no en su sobrempleo, en la que no hay lugar para el exceso coreografíco aunque si para su abrupta pero ante todo inmaculada ejecución, una ejecución que se revela de forma sobradamente sutil y rebosante de matices. Tanto es así que, la historia es lo de menos. No en vano estamos ante una catársis cinéfila, esteticista y manierista en el mejor de los sentidos. Magistralmente épica. Lo nunca visto, vamos.

 

 

3. ARABIAN NIGHTS (Quincena de Realizadores)

Programada en el marco de la Quincena de Realizadores, las «Arabian Nights» de Miguel Gomes es una descomunal trilogía que dura un total de 6 horas y 20 minutos para narrarnos, como si de una selección de cuentos inacabados de Scheherazade se tratara, la historia de un Portugal enmarcado en una persistente crisis económica y agitación social. Una ejemplar fusión de transgresión formal, imaginaria y creativa con una denuncia social rigurosa, concienciada y profundamente reveladora. En “Arabian Nights” conviven una inventiva y desatada ficción fabulesca junto a una singular y genuina revisión histórica y antropológica, así como una irónica y audaz forma de plasmar la realidad política de un país sumido en una permanente crisis socioeconómica. Y lo hace, tal y como el propio director a modo de demiurgo nos recuerda al comienzo de cada uno de los tres geniales segmentos, sustentándose en su espíritu y estructura pero evitando pronunciarse como libre adaptación o apoyarse en la simple inspiración. La sensación que a uno le queda tras experimentar semejante periplo es la de haber disfrutado un proyecto único, una épica mirada capaz de aunar el carácter intrínsecamente artístico con una denuncia social tan audaz como rigurosa y definitivamente inspirada, así como con un hilarante tono folklórico. Una fascinante fusión destinada a erosionar todos aquellos estereotipos que atribuimos al cine de carácter social así como a cimentar el arrebatadoramente creativo sello autorial de su inconfundible director. ¿La película definitiva sobre la crisis económica en Europa? Probablemente lo sea. ¿Una de las propuestas más memorables de cuantas disfrutamos en Cannes? Que no quepa duda.

 

4. CAROL (Mejor Actriz – Rooney Mara)

Una obra perfecta, prácticamente maestra, que ante todo se presenta con todo un estilazo y rebosante de emoción. «Carol» sublima lo sublime y dicho esto me explico, para que nadie se líe. Partiendo de una puesta en escena de corte sofisticadamente clásico, rebosante de matices tan soberbios como delicados, apoyándose en una composición de planos tan estilosa como detallada y elegante, construyendo transiciones tan gloriosas como definitivamente inolvidables, caracterizando a sus protagonistas de forma tan minuciosa como delicada y compleja, el director de «I’m not there» aborda sin embargo, un relato profundamente transgresor, de mimbres muy radicales para la época que habita, que no por ello deja de resultar profundamente emocionante y descomunalmente conmovedor. Es decir, que rascando su superficie, que por otro lado, se siente clásicamente sublime, damos con una película sublimemente radical cuando sobre el papel, bajo la dirección de cualquier otro nombre que no fuera Todd Haynes, tendría todos los boletos para revelarse en un clásico romance de época y poco más. Extraordinario logro, y no solo por el hecho de presentar una relación de amor lésbica en una época que no toca, también por la valiente, arriesgada y definitivamente inaudita toma de decisiones sobre la que se rigen ambas protagonistas (cuando la vean me entenderán).

 

 

5. SON OF SAUL (Gran Premio del jurado – Premio FIPRESCI)

«Son of Saul» es la anhelada respuesta definitiva a ese cine académico y de manual por el que se caracterizan las películas que tratan el Holocausto partiendo desde los campos de concentración. Lo es, por el portentoso ejercicio de cámara sobre el que bascula, logrando además que su colosal empaque formal en ningún momento se regodee ni se adueñe de la trama, el drama ni la acción. A camino entre un descomunal trabajo fotográfico (además de brutalmente sonoro) y un apabullante tour de force interpretativo al servicio de un absorbente guión que encumbra en lo más alto el empleo del fuera de campo, «Son of Saul» es una suerte de recorrido macabro y atroz que, de forma tan visceral como abrupta, nos embarca en una perpetua sensación de escalofrío y del más absoluto terror, golpeando así un desgarrador drama que más bien atañe al espectro íntimo y personal, pero partiendo desde el colectivo y lo social. Y es que, envuelto en tan mortífero drama, en el más pestilente hedor, la única preocupación de Saul no es otra cumplir con una personalísima misión (que asimismo funciona como un macguffin intrínsecamente dardenniano): enterrar el cuerpo de un chico a quien él cree su hijo, rescatando el cadáver y encontrando a un rabino para su entierro. A por ello. Y es que, por muy impactante, aflictivo y angustioso que resulte su eco, «Son of Saul» merece su efusiva celebración.

 

 

6. THE FOURTH DIRECTION (Un Certain Regard)

Es lo mejor que un servidor a disfrutado en Un Certain Regard. Y es que, al igual que podemos señalar «Mountains may Depart» como la película que recordaremos por presentar el mejor final, «The Fourth Direction» más de lo mismo, pero refiriéndonos en este caso a su apabullante inicio. 25 minutazos de un atronador poderío sensorial en el que sin apenas mediar palabra, sugiere de forma tan esplendorosamente misteriosa como definitivamente marciana, lo que viene a continuación: el retrato, más bien el obligado recordatorio, de aquellos devastadores años 80 que, bajo el crudo y tiránico mando de Indira Ghandi, bajo la sombra colonial de Margarert Thatcher y Ronald Reagan, sacudió a una sociedad hindú vulnerable y desprotegida que se vio golpeada tanto por los rebeldes como por la policía militar. Un discurso eminéntemente político y social que sin embargo, se ensambla bajo un fascinante poderío artístico y una inteligentísima disposición argumental. Coqueteando con el genero fantástico, tanto como con el terror o incluso la comedia deadpan, sustentándose sobre una audaz metáfora y permitiéndose incluso algún que otro WTF, la de Guruvinder Singhse revela en una mirada tan formalmente abrumadora como discursivamente compleja y definitivamente ingeniosa. Poderosa en todos los sentidos.

 

7. MY GOLDEN YEARS (Premio SACD – Quincena de Realizadores)

Arnaud Desplechin aborda con su nuevo y magnífico film la infancia, pero ante todo la adolescencia, de su protagonista principal, haciendo especial hincapié en la incondicional relación a distancia que mantiene a lo largo de prácticamente 10 años con el amor de su vida (aunque no por ello deje de ser caótica y turbulenta), y es precisamente por esta razón que el primer acto del film, en el que se aborda su infancia y etapa preadolescente, se rige por un montaje tan ágil como frenético, rebosante de todo tipo de recursos (como lo es su prodigioso empleo de la pantalla partida) y en el que los planos apenas se sostienen diez segundos. Es lo que el retrato de esta etapa de vida requiere. Sin embargo, tanto en su segundo como tercer acto, centrado en la intensa relación amorosa que Paul y Esther viven, el tempo se contiene y el montaje se suspende, dando la posibilidad de profundizar así en el carácter filosófico, existencial, y ante todo sentimental, por lo que la relación entre ambos protagonistas se rige. Sublimes apuntes formales, genuinos detalles argumentales, que provocan que estemos ante una película tan explosiva y hermosa, como profunda y arrebatadora. Una obra mayúscula cuyo lugar debería ser sin duda alguna, toda una Sección Oficial. En fin, ellos sabrán, sus razones (probablemente incomprensibles) tendrán.

 

8. CEMETERY OF SPLENDOUR (Un Certain Regard)

Lo nuevo de Apichatpong Weerasthakul está poblado por sueños extraños, fantasmas, romances, alguna inclasificable criatura y sin embargo, probablemente estamos ante su película más accesible y menos radical hasta la fecha, lo cual no quiere decir que no por ello, pueda resultar tan memorable como absolutamente disfrutable. La experiencia de visionado de «Cemetery of Splendour» es algo así como entrar en un magnético limbo, en un estado de permanente letargo tan somnoliente como prácticamente narcótico (las cabezadas y ronquidos de quienes he tenido sentados a mi alrededor da buena fe de ello) que levita sobre una permanente sensación de armonía y un tierno humor que desprende un relajante, meditativo y definitivamente distendido karma. Claves, virtudes, que en mi caso me llevaron a entrar en una embriagadora simbiosis con las hipnóticas secuencias y esotéricas conversaciones que poblan la pantalla y que suspenden a sus entrañables personajes sobre un tempo que no es esclavo del tiempo tanto como de la mísitica e incorpórea sensibilidad sobre la que su inabarcable ánima subyace. En definitiva, una experiencia de visionado cuyo lugar de proyección no debería ser tanto una sala de cine como un balneario. Y lo digo en el mejor de los sentidos. A flotar.

 

9.  DHEEPAN (Palma de Oro – Mejor Película)

Un drama de cocción tan lenta como de carácter visceral que, coqueteando con el cine de género y profundizando en la denuncia sociopolítica, se revela tan febril como desgarrador, tan contundente como feroz, tal y como marcan los cánones del inconfundible sello que imprime a toda su obra su padre y autor. «Dheepan» es una muestra más de la capacidad que Jacques Audiard atesora para adaptar la convención melodramática a su particular sensibilidad propia, y brindarnos así un potentísimo cuento filmado con brutal nervio y apabullante pulso. Su capacidad de aunar la denuncia política y social, con el relato íntimo y familiar, ensamblando finalmente así, un suerte de thriller demoledor, es digna de venerar. Y en este caso lo ha hecho encima partiendo del espectro íntimo y (pseudo)familiar, haciéndonos testigos directos de la violencia que se cuece en la periferia parisina desde la sugerente distancia que marca la mirada de su hermético y hastiado protagonista. Difícil misión la suya, que no contento de cumplirla con creces, nos brinda una de las mejores escenas de acción que probablemente disfrutaremos en Cannes, así como durante a lo largo del año (blockbusters y superhéroes incluidos), y que directamente nos evoca a su magistral «Un Profeta». Cuando la véan la entenderán. Buena señal.

 

10. EL ABRAZO DE LA SERPIENTE (Premio ARTE-Quincena de Realizadores)

Un deslumbrante cruce entre el espíritu herzogiano de «Aguirre» o»Fitzcarraldo» con el nuevo cine filipino que ejemplifica la «Independencia» de Raya Martin y un toque de «Apocalipsis Now». Rodada en un recio blanco y negro, el colombiano Ciro Guerraensambla un delirio onírico y febril poblado por tribus amazónicas que han tenido como única preocupación ancestral, cuidar y conocer todo lo referente a las plantas, aquellas con las que están compuestos los sueños. Dejando de un lado la mirada documental, adentrándose en el mundo esotérico, ancestral y absolutamente espiritual, «El abrazo de la serpiente» arremete además contra los colonizadores y caucheros desde el rigor histórico, la elocuencia discursiva y un hermoso tono poético. Desde una vertiente tan formalmente portentosa como incorpóreamente abrumadora. En definitiva, un selvático tour de force que se cuela sin dicusión alguna entre las diez mejores películas disfrutadas en esta nueva edición del Festival de Cannes.

 

11. COMOARA (Premio Un Certain Talent – Un Certain Regard)

Dos hombres se enfrentan a una serie de desventuras en su cruzada por buscar un tesoro a las afueras de Bucarest. Y quien los dirige no es otro que uno de nuestros directores rumanos predilectos. Porque no solo Grecia vive su momento dorado cinematográficamente hablando, Rumanía también presenta una nueva ola minimalista y ultrarrealista, con un estilo austero y absurdo pero formalmente meticuloso. Cuando no hay libertad, la crítica viene escondida de forma alegórica e indirecta, y la generación más joven ha adoptado un estilo que favorece la honestidad, la especificidad y el humor tan oscuro como el Mar Negro. En este sentido, Corneliu  Porumboiu es un maestro del plano fijo, del argumento cansado, la broma existencialista e inexpresiva. Pues bien, presentando una rebelde y transgresora alegoría que lleva el espíritu de Robin Hood como principal bandera, «Comoara» es una nueva e inmejorable prueba de ello. Una historia mínima destinada a insuflarnos de irresistible buen rollo y absoluta empatía, ante la que resulta imposible no caer rendido.

 

12. THE LOBSTER (Premio del Jurado)

En todo ello incurre «The Lobster», y lo hace partiendo de un apabullante registro formal, también de un concepto de trama sustentado, como era de esperar, en el más demente WTF. Los diálogos absurdos recuerdan a «Canino», mientras que la rigidez de los líderes de grupo que campan a sus anchas en «The Lobster» no están muy lejos del totalitarismo familiar de «Alps». Sobrevolando nuevamente temas como la identidad, la pérdida, el control, la mentira, la alienación, pero en este caso, sobre todo el amor, lo nuevo de Yorgos Lanthimos si presenta sin embargo, una novedosa singularidad. Y es que, el enfant terrible griego demuestra que también tiene su pequeño corazón, plasmando a ratos una tierna historia de amor, en la que tiene incluso cabida un pequeño y entrañable momentazo en el que en pleno bosque suena Nick Cave. Retazos que sin embargo, no evita que estemos ante una mirada latentemente violenta y extremadamente radical, cuyo tono se siente tan grave como devastador, aunque también resulte extrañamente simpático, así como enfermizamente vacilón. Estimulantes contradicciones que nos llevan a disfrutar, más bien a flipar, de todo un peliculón.

 

 

13. LAS ELEGIDAS (Un Certain Regard)

Ha sido otra de las grandes sensaciones de Un Certain Regard, a pesar de no obtener su merecido reconocimiento por parte del jurado oficial. Descubierto entre los Nuevos Directores del Festival de San Sebastián 2013 con «La Vida Después», película merecedora entonces del Premio FIPRESCI, el mexicano David Pablos se inspira para esta ocasión en un relato de Jorge Volpi que se desarrolla alrededor de un tema tan peliagudo como lo es la trata de personas (concretamente la prostitución infantil), centrándose nuevamente, al igual que ya hiciera con su reveladora ópera prima, en el impacto de las relaciones familiares y el efecto que estas tienen en la adolescencia. Y lo hace a través de un relato tan espeluznante como desgarrador, que ante todo destaca por su incontestable emepleo del fuera de campo. Una película argumentalmente tan retorcida y malrollera como contundente y maravillosamente plasmada a nivel formal. Avisados estáis.

 

14. RAMS (Mejor Película – Un Certain Regard)

En un remoto valle agrícola de Islandia, dos hermanos que llevan 40 años sin hablarse tienen que ponerse de acuerdo para salvar lo más preciado que tienen, sus ovejas. Grímur Hákonarson construye la historia de Rams sobre esta base y narra el intento de ambos protagonistas de evitar el desastre cuando una enfermedad mortal infecta a las ovejas de este último. Punto de partida que nos lleva a una película de carácter autóctonamente particular, cuyos bizarros y singulares personajes acaban por revelarse de forma tan irresistiblemente entrañable como emocionalmente sorprendente, y que al igual que su antecesora «De Caballos y hombres», destaca por hacer un manejo tragicómico y poderoso, apabullantemente carismático, del innegable vínculo que une a los animales con los seres humanos. Cine rural en la mejor de sus versiones.

 

 

15. ONE FLOOR BELOW (Un Certain Regard)

«One Floor Below» denuncia una de los mayores lacras que asola nuestra sociedad, principalmente la clase media de la supuesta Europa del bienestar: el individualismo más descarnado sin apenas aparentarlo, el «no me vengas con problemas, que bastante tengo con los míos» aplicado a su extremo más cotidianamente crudo y apático. Pero claro, hablamos de cine rumano, y como tal, para articular tan necesaria denuncia no hace falta subrayar, tampoco sustentarse sobre innecesarios giros o redundates golpes de efecto. Más bien todo lo contrario. Hablamos de un thriller social que exige la indaganción constante por parte del público para realmente saber a qué atenerse, para finalmente entender qué es lo que realmente pretende. Es lo que podría ser un día más en cualquiera de nuestros vecindarios, precisamente lo que da miedo de verdad. Su audacia conceptual que parte desde la aparente simplicidad, es lo que lleva al nuevo film de Radu Muntean a encumbrarse en lo más alto de cuantos probablemente participen en Un Certain Regard. Dará que hablar, pero sobre todo, que pensar.

 

16. EFTERSKALV (Quincena de Realizadores)

Uno de los debuts más imponentes que hemos descubierto en este Festival de Cannes. Rodada de forma tan sólida como minuciosa en 35 mm, estamos ante un relato rigurosamente educacional, que trata sobre la reinserción en su pueblo natal de un adolescente tras haber cometido un crimen atroz. con este punto de partida «Efterskalv» se revela en un drama social complejo y sincero, que se cuece a fuego lento evitando el aura morbosa que rodea tan trágico acontecimiento. Para ello, su director Magnus Van Horn, mantiene el suspense marcando distancia respecto a ese famoso crimen del que la película narra «el después». Y lo hace a través de la mirada observacional, de un brillante empleo del fuera de campo, así como desde la enigmática construcción de un protagonista que apenas media palabra. Para dar y tomar, y sin apenas mostrar.

 

17. MIA MADRE (Premio del Jurado Ecuménico)

Nanni Moretti vuelve a incurrir en el universo autobiográfico para dedicar un sentido homenaje a su madre (y a las de todo el mundo) con un retrato tragicómico que ante todo se siente profundamente humano y absolutamente sincero, con una película aparentemente pequeña cuya grandeza radica en su inabarcable corazón, que rebosa mucho más amor que dolor. Dicho esto, también cabe destacar que me quedo con la sensación de cierto desequilibrio entre el carácter cómico y dramático sobre el que «Mia Madre» bascula. Mientras que por un lado es capaz de profundizar y reflexionar con mucho tacto y sensible inteligencia emocional, no solo en el amor familiar, sino también en las relaciones humanas en general, siento que no aúna con la fluidez y armonía por la que se rige su carácter dramático, un registro cómico sustentado principalmente en los acaparadores gags de un John Turturro cuya presencia únicamente cumple con el objetivo de aligerar, cuando tranquilamente se podría obviar. Pero ya se sabe, el llanto, la emoción y ante todo la taquilla, se sobrelleva mucho mejor cuando se acompaña de unas buenas risas. Muchas luces y apenas sombras, que son atribuibles a la conmovedora y encomiable «Mía Madre».

 

18. YOUTH (Sección Oficial)

Una imaginativa y ampulosa sinfonía rebosante de vida, pero también de melancolía, dedicada a la juventud en la vejez, a la posibilidad de rejuvenecer cuando la vida se marchita. Paolo Sorrentino vuelve a confinarse en un hotel (balneario) en este caso, tal y como ya hiciera en «Las consecuencias del amor», vuelve también a orquestar un apabullante dipositivo formal rebosante de fascinantes momentazos, tanto a nivel sonoro como visual, que se sienten tan estéticamente asombrosos y hermosos, como simpaticamente delirantes y desatadamente estrafalarios, en el que tienen cabida un ficcionado Maradona o incluso un Adolf Hitler a quien da vida un contenido Paul Dano. Sin embargo, son contundentes y palpables las novedades que también ofrece, como es el caso de resultar mucho más liviano que ambicioso, de abandonar el mundo urbano de Italia (y concretamente Roma) en el que principalmente se enmarca su obra, para rodearse de el entorno natural, espectacular y precioso, de los Alpes Suizos, o el incurrir en el tono autoparódico partiendo desde el metadiscurso. También el hecho de resultar mucho más cómico que dramático, mucho más tierno y desenfadado que sustancial y trascendente (aunque no por ello deje de impregnar el relato de languidez y nostalgia) provocan que «Youth» pueda ganarse las simpatías de aquellos que no conectaron con «La Gran Belleza», tanto como aquellos que si lo hicimos.

 

 

19. NAHID (Premio Avenir – Un Certain Regard)

Un indiscutible ejemplo más del excelente momento de forma que atraviesa la cinematografía iraní. Propulsada por una encomiable sensibilidad en su planteamiento tanto como en su ejecución, la debutante Ida Panahandeh articula un melodrama que partiendo de lo íntimo, del drama familiar y sentimental, adquiere un descomunal alcance social. Y lo hace sin grandes alardes, sin apoyarse en burdos golpes de efecto o giros innecesarios, aunque si brindando una necesaria dosis de optimismo que ante todo, evita el victimismo.«Nader y Simin» tanto como «Melbourne», «Tales», «Atom Heart Mother», «Fish & Cat», «A girl Walks Home Alone at Night» o «A Minor Leap Down», ya tienen quien les siga. Y vaya como crece la familia. Fans.

 

 

20. CHRONIC (Mejor Guión)

Un estudio psicológico profundamente hermético y austero, rigurosa y metódicamente planificado, sólidamente realizado. Partiendo de una trama que inevitablemente resulta redundante y trillada, Michel Franco logra sin embargo, trasladar un punto de vista que resulta inaudito hasta la fecha en lo que al cine que trata la eutanasia se refiere. Y es que, en “Chronic” no hay lugar alguno para el contenido ético o moral, tampoco para la denuncia política o social. Lo que al director de “Después de Lucía” principalmente le interesa, es la mirada introspectiva, subjetiva y personal. El conflicto de un personaje concreto cuyos motivos y traumas personales vamos descubriendo según recorremos un guión inmerso en una enfermiza espiral, lo que da pie a una realización que de forma minuciosa, gestionando a cuentagotas la información que va ofreciendo, provoca un turbador desazón así como la constante reflexión en el espectador, haciéndonos en todo momento esperar lo peor, que quizás llegue, o bien no.

 

21. L’OMBRE DES FEMMES (Quincena de Realizadores)

Si hay una principal novedad a destacar de lo nuevo de Philippe Garrel respecto a su anterior e imprescindible obra, es que con “L’ombre des Femmes” abraza mucho más de lleno la comedia que el drama a través de un lío de faldas mucho más entrañable y liviano, que trascendental o amargo, aunque no por ello deje de ser su mirada comedidamente profunda e irresistiblemente conmovedora. Sustentándose en el gag y el humor autoconsciente, entre el carácter autobiográfico y su pasión por el cine, lo nuevo de Garrel se revela como una historia mínima comandada por su alter ego, que como no podía ser de otra forma, es un loser además de inevitablemente misántropo, y sin embargo, es inevitable no caer rendido ante él. Y es que, de forma prácticamente auoparódica, muy al estilo del primigenio Woody Allen, muy cercano al cine tan inconfundiblemente personal que rueda Hong Sang-soo, “L’ombre des femmes” también presenta pequeños nuevos matices en el aspecto formal además del tono que innova respecto al cine de Garrel, como es el empleo de transiciones apoyadas en una banda sonora mucho más omnipresente y melosa (es aquí otro de los factores que nos llevan a evocar la figura del maestro coreano). En definitiva, una de esas pequeñas películas que sin grandes ambiciones se disfrutan con maravillosa dedicación y absoluta pasión.

 

22. GREEN ROOM (Quincena de Realizadores)

Al igual que lo fue en su momento «Blue Ruin», «Green Room» es una comedia muy negra, absolutamente depravada además de inspiradamente satírica, y ante todo, extremadamente violenta, realizada con escaso presupuesto pero con legítimo estilo y desbocada imaginación, lo que le lleva a encumbrarse en un divertimento tan descerbradamente sádico como digno de disfrutar y flipar sin prácticamente pestañear. Con todo lo dicho, solo queda añadir que propulsado por un humor tan irreverente como gamberro, tan macarramente melómano como ideológicamente acérrimo, incurriendo de lleno en el gore más cachondo y brutalmente abrupto (además de genialmente ejecutado), Jeremy Saulnier ha logrado con su segunda película lo que parece quimérico ateniéndonos a su demoledora carta de presentación: llegar al gran público. Es la conclusión a la que uno llega tras asisitr a una de las ovaciones más resonantes y definitivamente atronadoras que recuerdo en los tres años que llevo asisitiendo a la Quincena. Nunca mejor dicho: brutal. Solo queda esperar que tras Blue y Green, el título de su próximo film Jermey Saulnier lo tiña de Red.

 

23. SICARIO (Sección Oficial)

Dennis Villeneuve en tierra hostil. «Sicario» es un thriller fronterizo rotundo y febril, así como a nivel formal, minuciosamente planificado. Cine de género que se sustenta mucho más en la articulación de un intenso suspense que en la espectacularidad de la acción, que se embarca en un asfixiante trayecto no exento de giros, que no admite vuelta atrás, que no da apenas respiro, y que pese a presentar alguna que otra evitable inverosimilitud en el aspecto narrativo, probablemente se encuentre entre las propuestas más contundentes y disfrutables de cuantas hemos experimentado en esta endeble Sección Oficial. Una experiencia sonoramente atronadora y visualmente abrumadora, que es también cine de género en el mejor de los sentidos.

 

 

24. IRRATIONAL MAN (Sección Oficial- Fuera de Concurso)

«Irrational Man» es todo aquello que uno no espera ateniéndose a su primer y engañosamente previsible primer acto. Lo que se presenta como una comedia romántica inofensiva y naif, acaba por resultar un thriller propulsado por un punzante humor negro que ante todo resulta filosóficamente gamberro e irresistiblemente jocoso. Partiendo desde la ligereza y frescura que últimamente caracteriza el cine de Woody Allen, «Irrational Man» sorpende sin embargo, con un inesperado giro que directamente evoca títulos claves del genuino director como es el caso de «Delitos y Faltas» o mismamente «Match Point». «Irrational Man» se siente tan irónica como existencialista pero sin olvidar en ningún momento que ante todo es un divertimento. Y ahí lo dejo porque penetrar más en ella sería, con perdón, joderos la fiesta. A por ella.

 

 

25. UN DÍA PERFECTO (Quincena de Realizadores)

Fernando León de Aranoa pone el grito en el cielo contra el caos que supone la ayuda humanitaria en zona de guerra, en la que supone su película más internacionalmente resonante y ambiciosa hasta la fecha. Partiendo de la novela de Paula Farias, evocando el espíritu«MASH«, “Un día perfecto” tiene como objetivo atentar primero y ante todo, contra el sinsentido que impera, no tanto en lo que supone la guerra en sí, lo cual es evidente y ya viene implícito, como en denunciar la incomprensible política, prácticamente kafkiana, por la que se rigen los estamentos de la ONU en general, y los cascos azules en particular. La misión imposible en la que se traduce lo que debería suponer el (supuestamente) simple rescate de un cadáver del pozo de agua potable en el que se encuentra, es el fiel reflejo de ello, así como el particular macguffin que desata “Un día Perfecto”. Un punto de partida aparentemente desgarrador y dramático al que sin embargo, el director de “Los lunes al sol” le imprime una agradecida vuelta de tuerca, basculando en todo momento sobre un humor tan inspiradamente negro como incisivamente vacilón y definitivamente socarrón, sin perder por ello un punto de vista tan crítico como definitivamente conmovedor y tierno. Las constantes risas y fervientes aplausos que el público de la Quincena ha dedicado a “Un día perfecto” dan buena fe de ello. A partir del próximo 28 de agosto será turno nuestro.

 

Y para acabar, dos títulos que finalmente no pudieron llegar a mis ojos pero que si lo hubierna hecho, probablemente hubieran entrado en este Top-20. Las grandes sensaciones de la Semana de la Crítica,«Paulina» y «En la Tierra y el Cielo» (merecedora también de la Cámara de Oro). En los Horizontes Latinos del próximo Festival de San Sebastián probablemente tengamos la ocasión de saldar deuda. Ojalá así sea.

Fuente: FILMIN

 

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.