Críticas de Cine y Artículos

6 grandes inventos diseñados por estrellas de cine

A veces, los actores, los directores y otras figuras del cine salen mucho más listos que la cabeceramedia. Y, además, lo demuestran: no nos referimos a esas estrellas de Hollywood que reciben diplomas sin haber pasado por la universidad, sino a aquellos que inventan cosas. Cosas útiles, con su registro de rigor en la oficina de patentes y que seguramente habrás usado más de una vez en tu vida. Hemos ha escogido para ti seis contribuciones selectas de Hollywood (y no sólo de Hollywood) a la ingeniería y el diseño industrial. De hecho, es muy probable que estés usando ahora mismo el primer ejemplo de nuestra lista...

Hedy Lamarr y el WiFi

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La inventora: Además de por su volcánico carácter (seis divorcios, que se dice pronto) y por rapar al cero a Victor Mature en Sansón y Dalila, esta actriz pasó a la historia por protagonizar el primer desnudo integral de una mujer en un filme de gran estreno. La proeza tuvo lugar en la alemana Éxtasis (1933).

El invento: Durante la II Guerra Mundial, Lamarr y su vecino George Antheil patentaron un revolucionario sistema de comunicación sin hilos, pensado para su uso en submarinos. El ejército de EE UU rechazó la idea (aunque empleó el dispositivo, brevemente, en 1962), pero con el tiempo la idea de Hedy se revalorizó, recibiendo la actriz un premio en 1997. Actualmente, este sistema de saltos de frecuencia es la base de tecnologías como el Bluetooth y el WiFi.

Marlon Brando y el afinador automático de tambores

 

El inventor: ¿Te imaginas a Don Vito Corleone tocando los bongós? Pues créetelo: además de una leyenda de la pantalla y de un sujeto de armas tomar, el protagonista de Un tranvía llamado deseo, La ley del silencio y El Padrino era un gran aficionado a los instrumentos de percusión. Como verás, Marlon se tomaba este hobby muy en serio.

El invento: Como saben los baterías, afinar el parche de un tambor hasta conseguir el sonido deseado es un supino coñazo. De ahí que, para no perder el tiempo tensando sus bongós, Brando concibió en 2002 un sistema que combinaba un afinador automático (similar a los que se usan para las guitarras) con un motor que manipulaba la membrana a gusto del intérprete. Que sepamos, la idea no ha sido aplicada comercialmente, pero seguro que tienta a algún cinéfilo con gusto por las baquetas.

Zeppo Marx y el monitor de pulso cardíaco

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El inventor: Si tus hermanos se llaman Groucho, Harpo y Chico, es difícil hacer una carrera en el cine, básicamente porque ellos siempre serán más graciosos que tú. De modo que, tras ejercer de galán en películas de la troupe como Una noche en la Ópera, el menor de los Marx (en la foto, a la derecha) se dedicó a la ingeniería. Un campo en el que había hecho sus primeros pinitos arreglando el coche familiar.

El invento: Marman Products, la empresa fundada por Zeppo y Gummo (el hermano Marx que nunca llegó al cine), fabricó todo tipo de productos, desde una motocicleta a las abrazaderas que sujetaron a la primera bomba atómica en la bodega del bombardero Enola Gay. Pero su diseño más revolucionario fue un aparatito de pulsera que registraba el ritmo cardíaco del usuario. Pensado para detectar infartos de forma precoz, el artilugio fue patentado en 1967.

Jamie Lee Curtis y el pañal con toallita incorporada

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La inventora: La hija de Tony Curtis es una de las actrices más queridas en esta casa, tanto por sus andanzas tempranas como scream queen (La noche de Halloween) como por comedias tales que Entre pillos anda el juego. Y qué decir de su striptease frente a Schwarzenegger en Mentiras arriesgadas...

El invento: Jamie Lee y su marido Christopher Guest (uno de los cerebros de Spinal Tap) tienen una prole de dos hijos adoptados. Menos que Brad Pitt y Angelina Jolie, es cierto, pero los suficientes como para que, en 1988, la actriz se sacara de la manga el diseño de un práctico pañal de limpiado fácil. Según explica su patente, el invento dispone de una bolsa impermeable y hermética destinada a contener varias toallitas húmedas, de esas que se emplean para limpiar al bebé una vez que este ha hecho de las suyas. Muy práctico, desde luego.

Albert Lamorisse y el Risk

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El inventor: Director francés de breve, aunque fabulosa, carrera, Lamorisse ganó un Oscar al Mejor Guión en 1956 por El globo rojo, cortometraje considerado como una de las mejores películas para niños de la historia. Falleció en 1970, en un accidente de helicóptero, mientras rodaba un documental.

El invento: Venga, reconócelo, que no pasa nada... Seguro que, a poco que te gusten los juegos de mesa, has aprendido a localizar Yakutia en un mapa y sientes un escalofrío al ver una figurita de plástico en forma de cañón. En 1957, la compañía francesa Miro publicó por primera vez un pasatiempo que Lamorisse inventó para entretener a sus hijos durante unas vacaciones en Holanda, y que en un primer momento bautizó como La conquéte du Monde (La conquista del mundo). Así pues, no sólo le debemos un filme inolvidable, sino también uno de los juegos de estrategia más sencillos y adictivos jamás creados, que alcanzó la fama mundial cuando Parker Brothers lo rebautizó como Risk para su venderlo en todo el mundo.

Howard Hughes y la cama de hospital articulada

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El inventor: O, mejor dicho, El aviador por antonomasia. Este magnate californiano, uno de los hombres más ricos del mundo en su día, no sólo revolucionó el diseño de aviones y el mercado de las líneas aéreas, sino que también produjo (Scarface) y dirigió (Los ángeles del infierno, El forajido) unos cuantos filmes clásicos.

El invento: Tras pegarse un monumental castañazo con su prototipo XF-11 en 1946, arruinando de paso unos cuantos tejados de Beverly Hills, Hughes quedó confinado en un hospital con un cuadro clínico dantesco que incluía quemaduras de tercer grado y daños en el corazón. Pero su vocación por la ingeniería, su desorden obsesivo-compulsivo y su enorme ego no le permitieron pararse quieto: en cuanto pudo mover un dedo, diseñó una cama articulada y motorizada, que permitiría al enfermo cambiar de postura mediante el uso de un mando a distancia. Y no sólo eso, sino que la hizo construir en su habitación. Dicho prototipo fue el primer exponente de un diseño muy utilizado hoy en hospitales de todo el mundo.

Fuente: Cinemania

Acerca del Autor

Ruben Peralta Rigaud

Rubén Peralta Rigaud nació en Santo Domingo en 1980. Médico de profesión, y escritor de reseñas cinematográficas, fue conductor del programa radial diario “Cineasta Radio” por tres años, colaborador de la Revista Cineasta desde el 2010 y editor/escritor del portal cocalecas.net. Dicto charlas sobre apreciación cinematográfica, jurado en el festival de Cine de Miami. Vive en Miami, Florida.