“Noche de Circo” es la segunda película de Alan Nadal y es su primer largometraje 
estrenado de manera comercial. Este filmo hace un tiempo “El Manuscrito” pero nunca salió de forma comercial.
“Noche de Circo” nos narra lo que ocurre con 10 personas que se encuentran atrapadas dentro de un almacén diseñado inexplicablemente como un Circo, y mientras va pasando el tiempo, vamos conociendo quienes son y sus motivos para estar ahí dentro, encerrados y sin explicación aparente.
De primera instancia es un proyecto arriesgado y pionero dentro del cine local, pues pocos directores se han atrevido a contar historias fuera de las acostumbradas comedias, y Alan resulta ser el primero que cuenta una historia ambientada en una sola locación.
Algo donde cojea la película es el guion, específicamente con los personajes y la situación. Está bien que estén todos encerrados, pero ¿cuál sería el primer instinto de un ser humano al verse encerrado y más aun con personas desconocidas en un lugar? Buscar una salida o buscar una forma de salir, y no comenzar a dialogar acerca de sus parecidos y buscando el motivo de por qué están ahí. Muchas de las situaciones que ocurren dentro de la película están hechas al azar, los motivos de los personajes para atacarse son muy pobres y sus reacciones y sus sentimientos dejan entrever la pobre dirección que hubo hacia ellos.
Los puntos a relucir en el renglón de actuación son: Alfonso Rodríguez, que aunque repite su papel de mal hablado y revoltoso, pero que de alguna forma, va muy arraigado a él; Richard Douglas que denota que como actor experimentado si preparo un personaje; y en algunos momentos apreciamos la calidad histriónica de Cheddy García. Los puntos flojos dentro de este renglón son: Javier Grullon, que al parecer creía que estaba en una obra de teatro; Pericles Mejía en su papel de representante de la iglesia; y Georgina Duluc, que al igual que el personaje de Javier, están hechos para teatro y sus diálogos son poco creíbles, al igual que sus actuaciones.
El punto más alto sin duda es la fotografía de Peyi Guzmán, quien nos logra meter en una atmosfera claustrofóbica, con el excelente uso de la luz y los diferentes planos que aplica en la narración.
La dirección de Alan Nadal se ve perjudicada por la elección del elenco y la puesta en escena. No es igual ver una historia en tu cabeza que plasmarla en cine.
“Noche de Circo” nos viene a decir que si es posible hacer un cine alternativo, un cine diferente, con ideas nuevas. Pero me deja con el suspiro de lo que pudo ser, de lo que prometía. Estoy seguro que Alan Nadal, vendrá con nuevas historias y nuevas ideas, mejor contadas y actuadas.
